'El robo del Códice': TVE narra en tres capítulos la desaparición de un tesoro de valor incalculable

Los tres capítulos de la docuserie han sido producidos en colaboración con Cuarzo (Banijay Iberia). La trama ilustra la investigación que llevó a resolver un caso especialmente complejo, marcado por el interés mediático, el hermetismo de la Iglesia y todo tipo de falsas acusaciones.

Lo más sorprendente es que el botín fuera una obra hasta entonces desconocida para el gran público, una pieza que, tras ser custodiada durante 800 años, pudo desaparecer para siempre por un fallo de seguridad.

Por su importancia, el delito fue calificado como 'el robo del siglo' en España, aunque bien pudiera haberse hablado del robo del milenio. En el documental, alguien evalúa de forma gráfica la relevancia de la desaparición: « Es como si roban 'Las Meninas' en Museo del Prado». Parecía un asalto sofisticado, de guante blanco, con la posible implicación del crimen organizado.

La investigación se prolongó durante un año, ante la ausencia de huellas, signos de violencia y de imágenes grabadas. Parecía imposible que se hubiera cometido el crimen sin la colaboración de alguien del templo, pero solo tres personas tenían acceso a la llave del archivo.

La brigada especial de la Policía elaboró una lista de 13 sospechosos del interior de la Catedral, pero cuando más investigaban, más se sumían los policías en el desconcierto. Descubrieron que algunos parecían tener un móvil para el robo, otros mentían sin razón aparente y las imágenes grabadas descubrieron otras sustracciones. «Era una locura», llegó a decir el juez del caso.

El mayor temor de la Policía es que la obra pudiera salir de España , con lo que ya no serviría de nada detener a los culpables, por lo menos para recuperar el libro. 'El robo del Códice' realiza un retrato de ese año frenético de investigaciones hasta la detención del culpable y la feliz recuperación del Códice.

Entre los testimonios, el documental incluye entrevistas a miembros de la familia del ladrón, que resultó estar más cerca de lo que muchos pensaban, a trabajadores vinculados a la Catedral en ese momento, así como a policías, magistrados, especialistas y periodistas que siguieron el caso.