'Días mejores', una serie terapéutica sobre la repentina muerte y el lento duelo

Sus intérpretes son Marta Hazas, Francesc Orella, Erick Elías y Alba Planas. Cada 'loco' con su pérdida, con su duelo, con los deberes que dejan los muertos. «De repente falta alguien y te comes un montón de marrones. En el peor momento de tu vida tienes que estar perdiendo el tiempo haciendo esto», comenta Garrido. Estos cinco imperfectos desconocidos intentarán ayudarse los unos a los otros. A cada uno se le da su espacio, su capítulo, para conocer su pasado y su conflicto. El guion de los diez episodios, ya disponibles en Prime Video , está firmado por Sara Alquézar, Alba Carballal y Daniel Martín Serrano; dirigen Alejo Flah, Arantxa Echevarría y Jota Linares.

Dice uno de los señores pequeños con barba que 'Días mejores' es como acudir a un velatorio: hay lloros, pero también risas. «En España hemos tenido décadas de no hablar de la muerte. Estaba muy presente en la cultura, pero de forma muy negra y oscura; muy encerrado en uno mismo», comenta Adolfo Valor. Para él, no hay peor sitio que un tanatorio. A su compañero, Cristóbal Garrido, le llegaron a mandar callar en uno. Quizás tenga algo que ver que sus padres sean andaluces. «Hay un punto en el que la gente necesita romper. Se reencuentra con los familiares –qué triste que la gente solamente se vea cuando alguien se muere–, se ríen y se agarran a eso», contradice Garrido. Ese es el espíritu de 'Días mejores' .

«La serie a veces es un poco cruda y a veces tiene pellizquitos de emoción, pero sobre todo tiene mucha luz. Lo queríamos contar desde la esperanza para que no fuera una bajona», comenta Garrido. Cuando se asesoraron, les contaron que las terapias de duelo son más duras, pues hay gente que no habla durante semanas; se sientan, lloran y escuchan. Y cuando hablan, lloran también. Nadie, o casi nadie, querría ver tal drama en televisión. Lo que quieren Cristóbal Garrido y Adolfo Valor es que el público acompañe a los sufridores personajes y vean cómo salen del atolladero.

El dúo creativo rodó un avance de 'Días mejores' (el título provisional era 'El día menos pensado') justo antes del confinamiento para que se entendiera el tono y así venderla mejor. Producen Zeta Studios ('Élite') y ViacomCBS International Studios ( 'Parot' ). Distribuyen Amazon Prime Video y Mediaset España. Los diez capítulos se escribieron en plena pandemia. «De repente, todo el tema de la salud mental y la pérdida ha salido sin nosotros planearlo», comenta Valor. «Le ha dado una lectura totalmente nueva y muchísimo más vigente. Escribimos una serie sobre gente que se ha enfrentado a situaciones difíciles y lo impredecible de la vida», añade Garrido.

El personaje de Marta Hazas , una médico casada y con un hijo, pierde a su marido (Ismael Martínez) de un momento a otro cuando él sufre un paro cardiaco jugando al fútbol. «Lo que me gustaba del concepto de la serie es que, no solo tienen que lidiar con su propio duelo, sino también con el de sus hijos, que no siempre es fácil. Es un doble duelo. Todos tienen el mismo conflicto, pero los dramas son diferentes», expone Cristóbal Garrido. Esta médico, como sucede en la serie de HBO 'A dos metros bajo tierra' , no se aplica la lección. En casa de herrero… Lo mismo le sucede a la terapeuta, la 'superdetective' a la que interpreta Blanca Portillo; con ella pagan los platos rotos estos cuatro pacientes que cuestionan la utilidad del tratamiento.

Al montar 'Días mejores' , sus creadores pensaron en comedias dramáticas como 'Modern Love' (Prime Video) y 'Love' (Netflix), que mezclan sin despeinarse risa y emoción. También vieron el reality 'Terapia de parejas' (Movistar Plus+). Hasta se acordaron de Tony Soprano y sus reveladoras sesiones con la doctora Melfi, y de Frasier Crane (otro herrero con cuchillo de palo). Cuenta Garrido que las escenas de la terapia grupal no podían ser la mesa de 'Zapeando': un personaje hace una introducción y dentro vídeo, en este caso 'flashback'. Siempre hay un clímax por episodio.

Aunque la serie aborda la muerte desde la psicología, también hay espacio para la fe. De hecho, es el personaje más joven ( Alba Planas ) quien prueba alternativas para consolarse y empieza a hablar con su pareja muerta. En el otro extremo está el personaje de Francesc Orella ('Merlí'), un ejecutivo obligado a ir a terapia. Aquí, el salto generacional se nota. Ella no quiere salir de ese círculo; él, ni entrar. «Tenemos que hablar con total naturalidad de la salud mental y de los terapeutas, psicólogos y psiquiatras», concluye Garrido.