Oro para la televisión de las reinas, ninguneo a las cadenas del pueblo
Netflix arrasa en número de candidaturas entre sus series, seguida de HBO, con las cadenas públicas británica y canadiense como honrosas excepciones
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Iniciar sesiónNo hay error más ingenuo que dar por muerta a la televisión tradicional. Por su importancia social, por los terrenos que cubre y por su gratuidad, los canales «de toda la vida» seguirán toda la vida, o lo que nos dure esto. Su penetración es ... todavía enorme, pero en los Globos de Oro se han vuelto a llevar un rejonazo de época. Deben decidir si pueden pelear en el mismo terreno de juego o dedicarse a otra cosa. Todavía hay mucho por hacer.
También es cierto que los premios en general son un juego y que el jurado de los Globos en particular, formado por los corresponsales de prensa extranjeros en Hollywood , es un grupo relativamente pequeño de personas que arrastra su pequeña cuota de esnobismo. Tampoco son inmunes a las modas y a las corrientes de opinión imperantes en cada época.
El cine tiene la excusa de la pandemia para mostrar debilidad frente al auge de las plataformas, pero las series de las cadenas tradicionales todavía deberían competir de igual a igual con las de los nuevos gigantes del mercado. En su día, la televisión por cable les robaba premios, cada vez en mayor número, pero el expolio actual no tiene precedentes. Quizá su única salida sea aliarse con el enemigo . Cambian las ventanas, pero el paisajes de creación es casi el mismo.
Esto antes no pasaba
No hace falta irse al siglo pasado para recordar títulos en abierto, como «El ala Oeste de la Casa Blanca» (NBC), que también reinaban en los Globos de Oro y hacían alarde de la mayor calidad posible. «Downton Abbey» , «The good wife» , «House» y «Anatomía de Grey» , más recientes, también se podían ver gratis, al menos en Estados Unidos. Por no hablar de dos fenómenos como «Perdidos» y «24» , en los años de la enésima edad dorada del medio televisivo, hemor perdido la cuenta, cuando todavía no dependía de internet.
Al final, la estadística impera . En la actualidad Netflix se gasta más dinero que nadie en producir series y películas. Muy mal lo tendrían que hacer para que no les salieran unas cuantas de calidad, suficientes para acaparar nominaciones en todas las ceremonias de premios. Estos han ido llegando en un número creciente, incluso en los Oscar.
Pero llama la atención que casi todas las grandes compañías de streaming hayan logrado meter algún título entre los candidatos, mientras las cadenas en abierto eran barridas del mapa, con dos notables excepciones: las televisiones públicas del Reino Unido y Canadá. Netflix ha arrasado con sus reinas de todo tipo, las que plantean gambitos en el tablero de ajedrez y, sobre todo, las de la monarquía británica. «The Crown» es otra serie para la historia, en todos los sentidos.
HBO ha hecho lo que ha podido, muertos sus dragones y castigados algunos de sus títulos más alabados. Amazon Prime Video tiene a Al Pacino y sus «Hunters» , entre otras opciones compartidas. Hulu , inexistente por el momento en España, sigue siendo una gran cantera para nutrir a otras plataformas. «Ramy» y «Normal people» se pueden ver en Starzplay, por ejemplo. La segunda está coproducida por la BBC , que se cuela así en los premios. Incluso Apple , todavía en fase de rodaje, ha colado a su magnífico «Ted Lasso» .
Excepciones públicas
De la otra tele apenas nos queda la comedia «Schitt’s Creek» , de la CBC , la televisión pública canadiense, serie que en España se puede ver en Movistar+. Se trata de un título muy divertido y algo tontorrón que ha tardado años en abrirse camino en este tipo de ceremonias, pero una vez descubierta siempre parte entre las favoritas. En estos Globos aspira a cinco premios.
También está la gran apuesta de la BBC y Amazon Prime en colaboración con el cineasta Steve McQueen . Su «Small axe» puede ganar en la extraña categopría de miniserie o telefilme y John Boyega aspira a ser el mejor actor de reparto.
Más allá de quién produce, para el espectador español también tiene importancia quién emite. En el caso de Netflix son ellos mismos, pero las cadenas y plataformas todavía emiten un buen número de series y películas de terceros. Si el público quiere ver los productos premiados en el corazón del imperio, casi siempre debe pasar por caja . En 2021, más que nunca.
Billy Wilder contaba con su habitual humor que a veces le pedía a su operador de cámara que desenfocara un poco la escena «para ganar el Oscar a la mejor película extranjera». Hoy el director de «El apartamento», no siempre bien tratado por los estudios en sus últimos años de vida, se habría acogido a la nueva moda para sacar adelante algún proyecto muy personal, posiblemente en blanco y negro.
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