«Vis a vis mueve muchas conciencias»

«Es una serie dura física y emocionalmente . A mí me va a marcar toda la vida, porque nunca pensé que llegaría a entablar una relación tan íntima con gente de mi mismo sexo. Espera, esto suena a otra cosa ¿no?», bromea Najwa Nimri, que interpreta a Zulema, un personaje sin posibilidad de redención que regresa a la prisión junto a Altagracia (Adriana Paz) y Saray (Alba Flores ) tras su intento de fuga. A ellas se sumará Macarena (Maggie Civantos), que sale del coma para volver a la jungla carcelaria. «A este personaje le debo todo; he crecido en mi carrera y en lo personal», confiesa la actriz, una de las muchas intérpretes a las que «Vis a vis» ha catapultado a la fama. «Me ha hecho ser más fuerte y más yo. A veces olvidas quién eres y vienen personajes como este a recordártelo», confiesa emocionada.

Y es que esa fortaleza, variedad y cantidad de personajes femeninos alejados de los estereotipos ha sido una de las apuestas más aplaudidas por los seguidores de la serie producida por Globomedia, la «marea amarilla» . «“Vis a vis” está circunscrita al ADN de las mujeres, y es una mirada que no se puede impostar. Si yo no tengo una guionista al lado no puedo fingirla. Aún así, creo que ha conectado tan bien con la sensibilidad femenina por las actrices . La podríamos haber escrito cuatro ogros, que a través de ellas todo se filtra y cambia. También toca conflictos universales», plantea Escobar.

«La lucha feminista es la misma que hace 70 años. A nivel tecnológico hemos evolucionado a una velocidad que hace que socialmente estemos perdidísimos . Es triste, pero algo hay que hacer. Y la ficción remueve muchas conciencias », reflexiona Civantos. «Esta serie no solo es entretenimiento. Es necesario que existan producciones que apoyen y den visibilidad a todo tipo de personas », añade.

«Vis a vis», cocreada por los ganadores del Emmy Álex Pina y Esther Martínez Lobato, también fue una de las pioneras en buscar otra forma de contar las historias, con una mirada propia. « No escribimos para dejar a la gente indiferente , sino para crear sensaciones», afirma Escobar. Así, esta historia ha viajado a EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Japón, Latinoamérica, Europa del Este, Australia y Canadá, entre otros. «El siguiente paso no es que nos conozcan fuera, sino que nos lo creamos nosotros », zanja Civantos.