Innocence files
Levon Brooks, 16 años en la cárcel por una violación que no cometió
Había pruebas claras que indicaban que el estadounidense no era culpable, como una coartada sólida o la no concordancia con la marcas dentales encontradas en el cuerpo de la víctima
«The Innocence Files» arroja luz sobre las inéditas historias personales ocultas tras ocho casos de encarcelamiento erróneo que la organización sin ánimo de lucro Proyecto Inocente
Durante la noche del 15 de septiembre de 1990, Courtney Smith, de apenas tres años, fue secuestrada. La pequeña estaba pasando la noche en la habitación que compartía con sus dos hermanas, de seis y un años. Incluso su tío, de 26, se encontraba dormido ... en la habitación contigua. Sin embargo, ninguno de los tres parecían haberse percatado del suceso. No volvieron a ver a la pequeña con vida. Su cuerpo fue encontrado dos días después en un estanque situado no lejos de casa. Había sido agredido sexualmente y asesinada. Con este escalofriante relato, recogido en el documental «Innocence files» (Netflix), comienza la historia de Levon Brooks , un estadounidense que perdió 16 años en prisión por un crimen que no había cometido.
Brooks se convirtió rápidamente en sospechoso por ser el exnovio de la madre de la pequeña. Aunque no fue el único. Otro hombre, Justin Albert Johnson , también fue señalado como presunto autor del crimen. Su exesposa e hijo vivían justo al lado de la residencia Smith y él incluso había estado dentro de la casa de la pequeña el día del secuestro.
Apenas tardaron unas horas en realizar la autopsia. En ella, el doctor Steven Hayne determinó que la menor había sido agredida sexualmente. Pero también encontró posibles marcas de mordiscos en su muñeca, por lo que decidió remitir el caso al doctor Michael West, un dentista forense en Mississippi con el que había trabajado en el pasado. Tras un análisis de este, afirmó que las marcas en el cuerpo de la víctima eran de mordeduras humanas. Tomó muestras de impresión dental de 12 posibles sospechosos, incluido Justin Albert Johnson. Pero no Levon Brooks.
Habían pasado diez días de la desaparición de la pequeña cuando la Policía decidió hablar con su hermana de seis años . La pequeña aseguró reconocer al autor del secuestro. Fue entonces cuando señaló a Levon Brooks . Pese a que no había más pruebas que le incriminaran, el exnovio de su madre fue arrestado. Ese mismo día le tomaron una muestra dental; West llegó a asegurar que dos de los dientes de Brooks «coincidían» con las marcas en el cuerpo de la víctima. Fue entonces cuando fue acusado de asesinato.
Poco más de un año después, en enero de 1992, Brooks fue juzgado ante un jurado en el condado de Noxubee, Mississippi. La hermana de la víctima volvió a declarar que vio al autor del secuestro y, pese a que su testimonio tenía varias contradicciones, lo dieron por válido. El caso se basó en la evidencia de la mordida presentada por West, quien testificó que «no podría ser nadie más que Levon Brooks que mordió el brazo de esta niña».
Los abogados defensores de Brooks presentaron una sólida coartada . «Se estaba instalando en un nuevo trabajo que le encantaba, en un club local donde se desempeñaba como portero, cocinero, recibidor, asistente de estacionamiento y cualquier otra cosa que necesitara hacer. También acababa de enterarse de que estaba a punto de tener una hija», recordó «Washintong Post» el día de su muerte. La defensa incluso cuestionó las credenciales y conclusiones de West. Pero, tras deliberar durante aproximadamente nueve horas, el jurado condenó a Brooks a cadena perpetua .
Un asesinato idéntico
Solo cuatro meses después de que Brooks fuera condenado, otra niña fue secuestrada, violada y asesinada en Brooksville. Los hechos fueron sorprendentemente similares : una pequeña de tres años fue sacada de su casa por la noche y encontrada días después en un arroyo. Pero las similitudes entre los casos no terminaron allí. La Policía, al igual que con la pequeña Courtney Smith, se centró en Kennedy Brewer, el novio de la madre de la víctima. El encargado de realizar la autopsia volvió a ser Steven Hayne, quien aseguró haber encontrado marcas de mordiscos en el cuerpo de la víctima. West fue llamado a analizar dichas señas y determinó que provenían de Brewer. Con estas pruebas, el acusado fue condenado en 1995 y condenado a muerte.
Innocence Project (Proyecto Inocencia) reabrió el caso de Brewer en 2001 tras consultar a sus abogados sobre cuestiones de pruebas de ADN. Dichas pruebas, repetidas años después, mostraron que el semen encontrado en el cuerpo de la víctima no era de Brewer. Este hecho lo excluyó como autor del crimen y su condena fue revocada. Sin embargo, permaneció entre rejas durante seis años más, esperando un nuevo juicio. Esta nueva ronda de pruebas señaló de nuevo a Justin Albert Johnson , quien había sido sospechoso durante las investigaciones iniciales de los casos de Brewer y Brooks.
Johnson fue interrogado por funcionarios hasta que admitió haber cometido ambos asesinatos, pero negó rotundamente haber mordido a cualquiera de las víctimas. Tras su confesión, Brewer y Brooks fueron liberados el 15 de febrero de 2008. Brooks fue autorizado oficialmente el 13 de marzo.
Juicios por más que libertad
Tras las exoneraciones de Brewer y Brooks, el Innocence Project y varias otras organizaciones e individuos comenzaron a pedir investigaciones sobre el trabajo de Hayne y West . Durante años, Hayne afirmó llevar a cabo entre 1.200 y 1.800 autopsias al año en todo el estado de Mississippi (seis veces más que el estándar profesional), lo que le valió una sanción más de un millón de dólares al año. Meses después, el estado también anunció que estaba rompiendo todos los lazos con Hayne.
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