Juicio ajedrecístico a «Gambito de dama»: sus errores y aciertos
La serie de Netflix contó con Kasparov como asesor y en general aprueba con nota en los aspectos técnicos del juego
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión¿Es correcta «Gambito de dama» desde un punto de vista ajedrecístico»? En contra de lo que suele ocurrir en el cine y la televisión, la serie de Netflix ha cuidado mucho los aspectos técnicos del juego, ha tenido asesores de primer nivel , ... como Bruce Pandolfini y el excampeón del mundo Garry Kasparov , y tiene detalles que, además de funcionar desde el punto de vista dramático, han conseguido que los grandes maestros y aficionados no se tiren de los pelos al verla.
El mayor fallo de la historia es menos técnico que humano, de concepto, y ha sido señalado por Judit Polgar , la mejor ajedrecista de la historia y la única mujer que ha competido con los hombres de igual a igual en los tablero. Llegó a estar entre los diez mejores del mundo y superó el récord de Bobby Fischer al lograr el título de gran maestro a los 15 años y cuatro meses . La húngara fue mucho más precoz que la ficticia Beth Harmon, por lo que la carrera fulgurante de esta última no es ninguna exageración de la serie.
Según Polgar, sin embargo, el trato que recibe la protagonista es «demasiado amable» , según declaró a «The New York Times» . En la vida real, era frecuente que los otros jugadores le hicieran bromitas desagradables, algo que en la ficción Harmon sufre cuando se inscribe en su primer torneo, pero de un modo más suave y menos continuado.
Judit Polgar también echa de menos que sus rivales se rindieran con la misma galantería que se ve en ocasiones en la serie, donde algún gran maestro llega a besarle la mano con admiración. La campeona húngara cuenta que alguna de sus víctimas masculinas (y ella jugó siempre competiciones masculinas, salvo en sus comienzos) llegó a darse un cabezazo contra el tablero .
Otro leve fallo de la ficción es la velocidad de juego . Por regla general, y más en aquella época, el ritmo era de unos tres minutos por jugada. Aunque es cierto que los primeros movimientos (aperturas) se suelen realizar de memoria, en las partidas de Beth Harmon es frecuente que los ajedrecistas actúen como si estuvieran en una partida rápida o relámpago, o en los apuros de tiempo típicos de los finales. No es el caso. Obviamente, es un recurso para que la narración sea más ágil, aunque quizá se podría haber sugerido mediante el montaje.
Más grave es que, sobre todo la protagonista, «olvide» tantas veces apuntar su jugada , algo obligatorio en cualquier partida seria a ritmo clásico. Incluso se desaprovecha el recurso de mostrar el reloj cuando al menos a uno de los dos jugadores le quedan pocos segundos y debe mover, ahora sí, a toda velocidad.
Algo más molesto, para los jugadores «de verdad», es ver cómo se utilizan las ofertas de tablas . En dos ocasiones consecutivas, un rival de Beth propone el empate en posición desesperada y, cuando la chica lo rechaza, deciden rendirse. Es un poco ridículo. Empates, por cierto, se producen poquísimos en toda la serie, menos de lo normal. Es, otro recurso comprensible porque son más atractivas las partidas con un resultado decisivo, pero en algún torneo importante (mejor no destripar el argumento) el número de tablas es ridículamente bajo.
Un aspecto que puede chocar de la trama es que la protagonista proyecte en el techo las jugadas. El excampeón del mundo Anatoli Karpov contaba que, cuando era niño, pasó mucho tiempo enfermo y en casa llegaron a quitarle el tablero y las piezas, por si el ajedrez era una mala influencia para su salud. A él no le importó demasiado, porque seguía desarrollando las partidas en el techo de su habitación.
No tan correcto es mostrar los supuestos efectos positivos de las drogas en el juego de Beth Harmon. Cualquier sustancia alucinógena es perjudicial para un ajedrecista profesional, sobre todo porque en el ajedrez es clave la capacidad de juzgar con objetividad las posiciones.
¿El alcohol puede ayudar?
Sin embargo... Magnus Carlsen confesó hace poco que en un Mundial de Rápidas en el que le iba muy mal, en 2012, se dio un festín con el vodka del minibar y acto seguido jugó más rápido de lo normal, con extraordinaria confianza, ganó ocho partidas seguidas y estuvo a punto de alcanzar al líder. No todo el mundo es Magnus Carlsen, por supuesto.
Los errores de traducción son también un pequeño lunar en la serie, la mayoría atribuibles a la versión en español. En una escena bastante importante, dos grandes maestros analizan una posición y uno le dice al otro, según los subtítulos: «Quizá ella haga un mate». Cuando en inglés dice claramente «dé un jaque». En otra escena, alguien dice «Eso es jaque y eso es mate». El primero no existe aunque el jaque mate sí es real. Por último, un periodista hispano (lo dice en español en el original, seguramente más supervisado) llama caballero al caballo. Es un error típico si el traductor no sabía de ajedrez, porque el caballo no se llama «horse» en inglés, sino «knight».
También sorprende un poco que los jugadores hablen entre sí durante las partidas , algo en teoría no permitido, aunque pasa de forma ocasional, y que los protagonistas comenten alguna partida en juego demasiado alto y cerca de los jugadores «desde la barrera».
En todo caso, los fallos son perdonables y la serie, que es fabulosa , evidencia su respeto por el juego. Incluso muchas de las posiciones y partidas que se pueden ver en pantalla, aunque sea de refilón, son réplicas de duelos reales, con remates brillantes. Anya Taylor-Joy , por otro lado, ha contado que, aunque no sabía jugar, tuvo asesores para mover las piezas de un modo «profesional». Viendo la serie no parece ninguna principiante, desde luego, y hasta se puede decir que desarrolla su propio estilo.
Noticias relacionadas
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete