«Guardaoriente»: El regreso al Norte

Perdonad, pero... ¡Que no está muerto! ¡Que no! Jamás me he alegrado más de que ese grupo de fanáticos de «Juego de Tronos» que apoyan las teorías más disparatadas (y que suelen terminar teniendo bastante razón), se equivoquen. Necesitamos a Jaime Lannister vivo. «¿Vistes el dragón entre tú y ella?», le preguntaba Bronn a Jaime justo después de sacarlo del lago. «Quería terminar la guerra matándola», asegura Jaime. Es el único que puede hacer entrar en razón a Cersei. Una Cersei (¡embazada!) que ahora tiene más poder que nunca sobre su hermano. Después de este pequeño inciso, empezamos con el análisis de «Guardaoriente» , el 7x05 de «Juego de Tronos» .

La batalla entre los Lannister y los dothrakis de Daenerys Targaryen no mató ni a Jaime Lannister ni a Bronn ni a Drogon (menos mal). Pero sí que se ha cobrado dos víctimas más a posteriori. «Sé lo que os dijo Cersei. Que he venido a destruir vuestra ciudad, quemar vuestras casas (...). Esa es Cersei Lannister , no yo. No estoy aquí para asesinaros. Todo lo que quiero destruir es la rueda que aplasta a ricos y pobres en el único beneficio de Cersei Lannister. Os ofrezco una opción: arrodillaos y uníos a mí (...) o negaos y morid», dice Daenerys ante la atónita mirada de su mano, Tyrion Lannister. Algunos no necesitaron más para arrodillarse, otros esperaron hasta que escucharon el «rugido» de Drogon para hacerlo. Sin embargo, algunos de esos prisioneros de guerra se negaron a arrodillarse: como es el caso de Randyll y su hijo Dickon Tarly . Ya sabéis lo que supuso esta negativa ( Dracarys ) pese a los intentos de Tyrion para que eso no ocurriera. «No puedes ir destruyendo casas», advertía. «Les he dado una opción. Ellos ya han elegido», contestaba una inflexible khaalesi. Pero no os olvidéis de que la casa Tarly aún tiene un miembro ( Sam ) más «perdido» por Poniente. Sí, perdido porque abandona la Ciudadela cansado de que lo tomen como un inepto cuando, después de curar a Ser Jorah Mormont, ha demostrado que tiene cosas importantes que decir, mientras sus maestres se burlan de la existencia de cosas que él mismo ha visto con sus propios ojos.

Lo que hemos visto con nuestros propios ojos es que la química entre Jon y Daenerys empieza a surgir. Daenerys regresa a Rocadragón a lomos de Drogon y lo primero que se encuentra es a Jon cara a cara con su dragón, sin miedo (bueno, un poco sí), acariciándole la cara. Una pena que ese íntimo momento lo interrumpa la reaparición de Ser Jorah Mormont, quien está ahí gracias a Sam Tarly. Pero esa no será la única noticia que reciban durante esa mañana. Instantes después, Jon Nieve recibe una nota –envíada a petición del Cuervo de tres ojos – en la que descubre que Arya y Bran están vivos. Sin embargo, su cara no refleja la alegría que debería de sentir al saber que sus hermanos están sanos y salvos en casa y es que la nota también asegura que los caminantes blancos están a punto de cruzar el Muro.

Mientras las tropas que habían quedado atrapadas en Altojardín se veían las caras con Daenerys Targaryen, Jaime Lannister regresa a Desembarco para darle las malas noticias para Cersei. Han perdido hombres, una casa alidada (Tarly) y un precioso castillo con el que soñaba con habitar algún día Bronn, pero esa no era la peor noticia que tenía que darle a Cersei. ¿Os habéis olvidado ya de esta frase: «Díselo a Cersei. Quiero que sepa que he sido yo»? Exacto. Jaime Lannister le cuenta (por fin) a su hermana que fue Olenna Tyrell quien mató a su hijo y no Tyrion. No, Cersei no monta el mayor de los melodramas. Ya ha dejado de lado su perfil como reina de la telenovela. Lo que sí ha hecho es transformar esa ira en motivación para seguir adelante con una guerra que, según los números, no podrá ganar jamás. Daenerys tiene más hombres y más dragones. Los Lannister tienen más oro y más experiencia en el arte de la guerra que cualquier otra casa. «¿Qué haría Tywin Lannister?»: es lo que se pregunta Cersei Lannister una y otra vez. Los números no están a su favor y lo sabe. Lo que desconoce es lo que Daenerys y sus aliados quieren hacer.

Los encargados de iniciar el plan: Tyrion Lannister y Davos . Dos personajes que serán recibidos con los brazos abiertos en el Desembarco del Rey (nótese la ironía). Eso sí, cada uno por un motivo diferente. El Lannister consigue que Bronn engañe a su hermano para poder hablar con él. Tyrion intenta acercar puntos de vista entre los hermanos sobre Daenerys. ¿Por qué? Porque quieren concertar una audiencia con Cersei Lannister para que vea con sus propios ojos el peligro real que supone el ejército de los muertos. Justo después, Jaime regresa a la habitación de Cersei para contarle el resultado de la reunión y la intención que tienen de demostrarle que existe el ejército de muertos y que son un peligro real . «Muertos, dragones y reinas dragón: cuanto se nos interponga lo derrotaremos. Por nosotros, por nuestra casa, por esto», le dice Cersei a Jaime mientras se lleva las manos al vientre. Pero esta vez Cersei no ocultará quién es el verdadero padre .

No nos hemos olvidado de Davos. No podemos. Ha conseguido rescatar a otro peón en el juego. Ya habíamos oído hablar de que había muchas posibilidades de que regresara (y habíamos suplicado en más de una ocasión que así fuera) y, por fin, ha vuelto Gendry . El hijo bastardo de Robert Baratheon se marcha con Ser Davos sin dudarlo un segundo. «El lugar más seguro para mí era delante de las narices de la reina», le dice. No es un gran luchador, pero sí sabe cuidar de sí mismo siempre y cuando tenga su martillo cerca. Supuestamente, nadie tiene que saber quién es, pero tarda menos de dos segundos en revelar su verdadera identidad al ver a Jon Nieve. «Nuestros padres eran amigos», se escuda. «Eres algo menos gordo», le reprocha Nieve. «Y tú más bajito», contesta Gendry. Esto parece el inicio de una gran alianza que, de momento, parece servir de poco. Junto con Tyrion Lannister, Jon Nieve, Sam Tarly, Jorah Mormont... Los bastardos (o repudiados) siguen tomando fuerza con esta última incorporación a la lucha por la supervivencia a la Larga Noche (o por el Trono de Hierro).

Sea como sea, estos personajes (Jon, Jorah y Gendry) se reúnen con Tormund en el Muro. Allí, tienen presos al Perro y a los otros miembros de la Hermandad. Pero sucede algo curioso. Todos tienen un objetivo común en el Norte .