'Estoy vivo' cierra su cuarta temporada sin regreso confirmado

Estos nuevos trece episodios, con una secta dispuesta a mercantilizar la reencarnación y descubrir a los regresados, han sido más benévolos por el coronavirus. Querían hacer una serie más divertida y atreverse –aún más– con los giros de guion. Para ello tuvieron que saltar otra vez en el tiempo para que sus protagonistas se encontraran con Adriana ( Guiomar Puerta ), nieta de Márquez ( Javier Gutiérrez ) y Laura ( Cristina Plazas ) e hija de Iago ( Alejo Sauras ) y Susana ( Anna Castillo ), que murió durante el apagón de La Pasarela, el otro hilo de esta tanda.

Con dicho salto temporal se ahorraron el mayor drama: la muerte de una hija . «Intento trasladar el sentido de la pérdida con el alivio de que ocurra lo deseado, lo imposible: recuperar a tus seres queridos. Porque en el mundo real no se puede superar la pérdida, ni la muerte, y en 'Estoy vivo' sí hay una vuelta atrás; va sobre la posibilidad de tener una segunda parte, una segunda oportunidad sobre las personas y los accidentes de la vida», resume Daniel Écija. Él sabe de lo que escribe: «Soy de una familia que no tiene una salud extraordinaria, por lo que nos hemos acostumbrado a que haya gente que se va antes de tiempo». A ello hay que añadirle el tema de los recuerdos: «Tengo familiares que empiezan a tener algunos barridos de memoria; gente muy mayor que está reescribiendo el pasado y no sabes si se está inventando o no lo que te cuenta. Te hace dudar».

'Estoy vivo' , con esta cuarta temporada, ha reescrito su pasado ( con una villana y un ángel de la guarda en la sombra) y ha hecho dudar a sus personajes y espectadores.

Puede que esta cuarta temporada haya 'dialogado' con la pandemia, pero sus guionistas nunca aspiraron a tal juego de espejos. 'Estoy vivo' –recuerda su creador– se estrenó hace cuatro años hablando de la repentina desaparición de alguien que se va a trabajar por la noche y nunca vuelve. Écija pasó por eso; de ahí su filosofía: «Las series tienen que ser terapéuticas para el ciudadano con personajes que se quieren e intentan hacer las cosas bien, aunque a veces no tengan las herramientas».

Desde sus inicios, la ficción producida por Good Mood ( 'Deudas' ) y Globomedia ( 'Los hombres de Paco' ) tuvo algo de cómic, pero este año han introducido a una superheroína, Adriana, que tiene que salvar el mundo. «Es una Wonder Woman de barrio y alguien que no lo quiere ser. Me encanta el viaje que van haciendo los superhéroes con sus diferentes habilidades. Ella no sabe muy bien qué significa ser La Elegida», explica Écija. Esto les ha permitido deconstruir el lenguaje de un género capitaneado por Marvel y DC, y construir una historia de amor, sin terceros, con el policía Mikel ( Almagro San Miguel ), de cuyo estupor ante las marcianadas de su novia se ha hecho más comedia que drama.

Pero la gran protagonista de esta cuarta temporada ha sido el personaje de Laura ( Cristina Plazas ), dispuesta a descubrir por qué su madre ( Magüi Mira ) la abandonó junto a su hermano ( Pablo Vázquez ) en un orfanato. Écija elogia a la actriz, ausente el año anterior : «Tener varias temporadas te permite abrir la biografía de algunos personajes que han estado a expensas de otros. Laura ha estado muy al servicio de Márquez, Susana, Iago… Cristina, como es mucha actriz, hay que darle mucha carne al personaje. Y, cuando le das mucha carne, devuelve una joya».

Magüi Mira (76) no ha sido la única veterana en actuar en esta tanda: María Garralón (68), Malena Gutiérrez , Mila Espiga … Y, en la recta final, Julia Gutiérrez Caba (88), que regresa como La Directora. «Es una oportunidad para hablar de las extraordinarias actrices que tenemos en este país y no paran de trabajar», reivindica Écija.

El productor defiende tener siempre presentes a nuestros mayores. En 'Estoy vivo' , como en la vida misma, son muy importantes los padres y los abuelos. «En nuestra infancia hay mucho de nuestras seguridades e inseguridades, equilibrios y desequilibrios de adultos. Es muy importante entender a nuestros personajes a partir de donde vengan y así, de alguna manera, mirar al final del siglo XX, que lo tenemos relativamente cerca, pero parece que la sociedad te invita a mirar solo adelante. La ficción, en este caso, te permite mirar atrás», razona.

El episodio de esta noche dejará «un gancho abierto», como cada desenlace de temporada, pero Écija desconoce si esta será la última de 'Estoy vivo' , pues aún no ha conversado con la nueva dirección de RTVE . Sí le gustaría, tras más de cincuenta episodios, que se lo comunicaran con tiempo e incluso poder cerrar con un capítulo extra: «Sabemos que cada vez nos quedan menos cosas que contar».

Él confía en la audiencia en diferido tras haber bajado del millón de espectadores en directo y que TVE tenga en cuenta el frustrado adelanto del horario nocturno de La 1. Al sumar el visionado posterior durante la primera semana, la serie roza los 1,3 millones de seguidores con un buen tirón entre adolescentes y jóvenes. Además, se desconoce cuánta gente opta por verla en Amazon, donde se cuelga al día siguiente.

«TVE no es una de las cadenas más incisivas en su 'marketing' porque es pública», defiende Écija, que fía la renovación de 'Estoy vivo' por una quinta temporada a lo intangible: «Es un entretenimiento absoluto en una televisión pública y en abierto; que habla de gente que se quiere e intenta trasladar emoción a través de la ciencia ficción. Huye del escándalo y está hecha por españoles ».