Las claves de 'Valeria', el fenómeno español de Netflix que ha esquivado la polémica

Que no lleve a engaño su tiro en la diana: su Víctor tiene importancia, pero solo como un satélite de Valeria y sus amigas, cuatro mujeres en la treintena que comparten todo, lo bueno y lo malo. También fuera de la pantalla. «Es un lujo participar en una serie con protagonistas femeninas actuales, que están en Madrid, que tienen mi edad, que son desconocidas… una serie donde se trata el sexo femenino y los problemas que tengo también en mi vida. Es una ficción en la que me puedo identificar con las cuatro protagonistas en algún momento», coincide Teresa Riott , encargada de interpretar a Nerea, el personaje que más ha variado del papel a la pantalla.

En la segunda temporada de 'Valeria' no faltan las dudas, el recurrente síndrome del impostor ni tampoco las crisis existenciales, tan fértiles como engorrosas cuando se cruzan en el camino. «Toda esa presión que sentimos las mujeres en la treintena, el tema de la maternidad, conciliar la vida laboral con la familiar, el miedo a no haber llegado a lo que supone que habías imaginado para esa edad, la independencia emocional...», enumera la escritora valenciana, que esta temporada ejerce como productora ejecutiva para tener más poder en el guión y recuperar la esencia de las novelas, difuminada, para mayor polémica, en el debut de ‘Valeria’ en Netflix . «Siempre entendí a las lectoras frustradas por no ver una adaptación más literal de los libros, pero el lenguaje había que modernizarlo . La escribí en 2010, había cambios muy necesarios; otros fueron licencias creativas», reconoce Benavent, que revela que esta nueva entrega será coherente con la primera, pero también recuperará escenas y diálogos de las novelas.

«Seguimos siendo vírgenes, solo hemos practicado sexo oral» , bromea Silma López, Lola en la serie, sobre la promesa de un éxito que todas las actrices han saboreado a medias por culpa de la pandemia. Netflix las presentó al mundo, pero el coronavirus les cerró las fronteras. Diferente es para Elísabet Benavent, consolidada en su limbo literario y, de repente, gran promesa de Netflix, que ya le ha extendido el cheque para adaptar otras de sus novelas, como ‘Fuimos canciones’, con María Valverde y Álex González. «Soy la primera sorprendida, pero intento que los pies siempre estén muy pegaditos al suelo . Mi premisa es que sabes donde estás hoy y no dónde estás mañana. Soy un poco sor Angustias de la Cruz y mi asignatura pendiente es disfrutarlo», reconoce a ABC la autora.