Antonio Resines: «Cuanto te toca de verdad, la muerte no tiene ni puta gracia»
El actor reflexiona sobre la vejez junto con Miguel Rellán, su compañero de reparto en 'Sentimos las molestias'
'Sentimos las molestias': la alegría de vivir mucho
Antonio Resines y Miguel Rellán, en el rodaje de 'Sentimos las molestias'
Entre contagio y contagio de coronavirus, Antonio Resines rodó con Miguel Rellán la segunda temporada de 'Sentimos las molestias' , una serie de viejos músicos que quizá se mueran algún día, pero que no piensan dejar de tocar hasta el final, ... como teletransportados a la cubierta del Titanic. En el descanso de una escena, responden sin tomarse nunca demasiado en serio, con más bromas y pullas que respuestas aprovechables. Tiene su explicación: «Hechos no podemos contar ninguno. Los de Movistar no nos dejan». Como diría Gila , «pero lo que nos hemos reído».
En efecto, los nuevos capítulos de Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero se podrá ver en Movistar Plus+ el año que viene. Los creadores ya llevan cinco temporadas de series como pareja artística, si sumamos las dos de 'Vergüenza', aquella radiografía cruel del español medio . Esta vez vivieron con angustia la enfermedad de Resines. «Pasamos miedo por Antonio» , confiesa el primero. «Nosotros y mucha gente. Se demostró lo querido que es, pero se nos hizo arduo. Fue extraño todo».
«Me dio la sensación de estar escribiendo para no hacer la serie», admite Fernández-Armero. «Muchos días costaba seguir remando, no porque se fuera a morir. Aunque saliera, yo era incapaz de imaginarme una recuperación tan rápida , aunque es verdad que había precedentes como el de Jordi Sánchez . Pero Resines era mayor que él y en el mejor de los casos pensaba que no se rodaría este año. Era bastante angustioso escribir en esas circunstancias. Al final ha salido todo bien».
Rellán (79 años) define la segunda temporada como «nostálgica y crepuscular» y Resines (68) resume un sentimiento: «Nuestros personajes ya han aceptado que son más mayores y que tienen problemas. Recordad que él tenía cáncer», dice señalando a su amigo.
¿Reírse de la muerte en la ficción sirve de algo a la hora de la verdad? «Muchísimo», ironiza. «Cuando estaba en la UCI me acordaba todo el rato de lo que nos reíamos de la muerte…». «No, no vale para nada», añade después de una pausa dramática, que también domina. «Cuando te toca de verdad, la muerte no tiene ni puta gracia. Nadie piensa que se está haciendo viejo».
El mundo sigue
«Si es que estoy en la edad de morirme. No pasa nada. Yo quiero estar aquí dando la lata, pero sé que nos vamos a morir», dice Rellán. «¿Me ha tocado? Qué le vamos a hacer. Hay mucha gente que se muere y el mundo sigue. Los pajaritos siguen cantando». «Como ves, es una comedia», apostilla su compañero.
Tiene cierta gracia comprobar que Antonio y Miguel no se ven a sí mismos como los juzgan sus directores, que en un primer momento quisieron sonsacarles historias con las que enriquecer los guiones. «Como ellos no se consideran mayores, no sabían qué contarnos. Desde el campamento de la tercera edad, no sabían qué noticias había», dice asombrado Juan Cavestany. «Y Antonio ha hablado de la muerte a toda España, pero Miguel se resiste. Lo niega de una forma muy elaborada, no patológica. Él está viviendo hasta el final, dice que tiene 24 años y a veces lo parece, otras no…». «Yo la frase que más he oído en mi vida es: 'Perdón, la última que vamos a cerrar' », admite el aludido.
Tienen la suerte añadida de que no les falta trabajo. Resines destaca entre sus proyectos la serie cómica 'Serrines, madera de actor' y una película que se titula 'Matusalén', dirigida por David Galán Galindo y producida por Enrique Cerezo . «Ahí lo dejo, también de gente mayor».
«A mí, en el teatro no, pero en el cine me ofrecen cosas que no están bien, pero las pagan bien, y como me dijo Antonio Gala hace mucho tiempo: 'Tú, Miguelito, puta pero carísima'. Después no la veo, pero tengo para invitar a gambas con gabardina».
«También haremos la tercera parte de 'Sentimos las molestias'», anuncia Resines. «Ya en silla de ruedas los dos», remata Rellán.
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