Alexandra Jiménez: «El personaje de 'Escándalo, relato de una obsesión' me dio miedo antes de empezar»

Los ocho episodios de la serie creada por Aurora Guerra y producida por Alea Media se podrán ver cada miércoles, a las 22.50. A algunos les ha bastado el tráiler para criticar su enfoque . Los periodistas no hemos podido ver ningún capítulo antes de su estreno y Jiménez se declara ajena a los comentarios: «No tengo redes sociales y no participo de estas cosas extrañas. Me resulta todo muy ajeno, pero animo a la gente a ver esta historia tan poderosa, incómoda e inconveniente. Que vean los ocho capítulos y el recorrido de esta tragedia griega».

Dos décadas después de ganarse al público en 'Los Serrano' , la actriz afronta este personaje que le atrae precisamente por su complejidad: «El desafío es entender de verdad lo que le pasa para comprender dónde está su motor, desde dónde activa esos impulsos. Al final, es tratar de comprender el comportamiento humano, que muchas veces es opuesto al de uno. Cuando nos cuentan historias, lo bonito es precisamente tratar de entender a esa persona tan alejada de ti. Ahí está la auténtica empatía . Si solo nos identificamos y queremos lo que nos resulta familiar, el mundo se empequeñece. Lo bonito de la ficción, en el cine y la literatura, es tratar de entender cuál es la naturaleza en una situación límite».

¿Rechazaría un papel porque el personaje fuera demasiado turbio o contrario a sus convicciones? «No lo sé. No me ha pasado. Supongo que puedes tener una historia delante y decir: no me veo con las herramientas suficientes para entenderlo. Si no las tienes, mejor no lo cuentes. Si consideras que puedes llegar a entenderlo y quieres arriesgarte, adéntrate en esas aguas profundas y oscuras».

No es por resaltar las circunstancias atenuantes, pero su Inés es «una persona con una autoestima aniquilada, con falta de afecto y amor por parte de una madre narcisista y cruel ». «Lo suyo es una búsqueda incesante de afecto a su alrededor, que solo provoca rechazo en todos los que la rodean. Tiene síndrome de estrés postraumático de su infancia, lo que ha generado una personalidad límite y muy autodestructiva». «Intenta quitarse la vida», prosigue, «porque ya tiene pocas cosas a las que aferrarse y nada que perder. Es una mujer fuera de control».

Una persona esencial en la producción fue Laura Toledo , 'entrenadora' o aceleradora de intimidad que ayudó a los protagonistas a lograr el grado de familiaridad necesario con su compañero de reparto, Fernando Líndez, que en realidad tiene 22 años . «Ella estuvo durante tres semanas, antes del rodaje, y fue una pieza fundamental para el trabajo con Fernando», recuerda Jiménez. «Hicimos ejercicios y nos dio claves muy interesantes, que nos permitieron llegar y lanzarnos en unas escenas que requerían un compromiso tremendo».

«Eran ejercicios de relajación», explica, «con música y en un espacio cómodo para sentir y conocernos más profundamente. Eso, que en la vida real llevaría años, lo teníamos que hacer en muy poco tiempo. Es responsabilidad del actor lograr esa familiaridad sin que exista, poder cogernos de la mano con total tranquilidad, lanzarnos juntos a escenas complicadas. Sin esos ejercicios o con un compañero más complicado e incómodo, no habría sido tan fácil. Con él fue bonito y tranquilizador».

¿Por qué necesitamos más historias creadas por mujeres? «Hemos empezado a recorrer el camino correcto. Esas historias pedían a gritos ser contadas. Hemos estado soterrando demasiado tiempo parte de la naturaleza femenina, que tiene que ser contada. Poder contar este personaje turbio y perturbador también es importante. Forma parte de la naturaleza humana, masculina y femenina. Tratar siempre de interpretar personajes femeninos desde lo conveniente, ser siempre adecuada y cuando no lo eres adecuada que resulte escandaloso me hace gracia por un lado y por otro me da mucha tristeza. Así que creo que es importante ahondar en temas incómodos y en todo tipo de historias para mostrar verdaderamente la naturaleza humana en todo su esplendor».

Por otro lado, ¿se sigue juzgando a las mujeres de forma más severa en cuestiones de este tipo? «Estoy segura de que sí».