la ventana indiscreta
Salvar el mundo
La mejor solución siempre es la ordinaria, la que pasa desapercibida, la de lo cotidiano
Amnistía para el dios del engaño
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLo bonito, decía, está en lo obvio, que termina por ser al final lo que todo el mundo da por hecho, en lo que nadie repara. No se le escapa ese costumbrismo a Raúl Cimas en 'Poquita fe', capaz de retratar, con sorna, la ... crisis de pareja. Lo grave, e importante, nunca está en lo que se grita a los cuatro vientos sino en lo que se dice, como los protagonistas, en voz baja. O en lo que no se dice, en los silencios. Los de la humedad de una pared (que ya quisieran las caras de Bélmez) o los de una mesa baja de Tailandia.
Nos pasamos la vida buscando la excelencia sin darnos cuenta de que lo bonito, y lo bueno, siempre está en lo cotidiano. En respirar, dormir, despertar. En reír, como hace un niño, de la nada. Por mucho que Malcolm, el de la 'sitcom', dijera que «lo mejor de la infancia es que se acaba en algún momento», ay, qué bonito si durara.
Cada uno salva el mundo como puede. Cualquiera podría pensar que un argentino lo haría a base de insultos, porque nadie como ellos es capaz de dominar el innoble arte de la palabra ingrata. Para resultar simpáticos aun «cagándose en la concha de la lora», o ganar premios, como el Dibu Martínez, agarrando la pelota, o sus partes. En 'Nada', las palabras malsonantes las hay, de boca de De Niro, a patadas. Igual que la comida, que domina y critica el protagonista (Luis Brandoni) sin levantar la voz, pero con mala baba.
Pero no es en esto, en lo que sabe y le da prestigio y dinero, donde encuentra este señor entrado en años la felicidad, sino en lo que no conoce y aprende de una humilde joven paraguaya. Él, un dandy, le enseña a comer; ella, una mujer hecha a sí misma por las circunstancias, le enseña a vivir, a descubrir lo que hay antes y después de cada plato.
La ternura, lo cotidiano, lo familiar, bien entendido, pueden salvar el mundo. Claro que para eso hay que entender bien las cosas, no como la madre de 'La Mesías', que se dedica a manipular a su familia para que la adoren porque es incapaz de que nadie de fuera de su casa le reconozca ningún talento. Eso, por cierto, no pasa con Los Javis, que son mucho más que pirotecnia barata, propaganda patria. Una pareja creativa, y sentimental, digna de elogio. Por 'La Mesías', claro, y por entender que la verdadera fe, aunque cueste encontrarla, está a simple vista.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete