'Érase una vez en el Oeste'

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Lucía Cabanelas

El nuevo año viene cargado de potentes títulos, muchos regresos y vuelta a la fantasía y la comedia

Aquí combaten indios, vaqueros, colonos, gentes de la frontera y el gobernador de Utah, un mormón dispuesto a acabar con todo aquel que no le rinda pleitesía. Sin olvidar a los lobos, me refiero a los animales, por mucho que en la serie algunas personas lo parezcan. Hobbes acertaba: «El hombre es un lobo para el hombre». La historia de la serie trata de una mujer que va en busca de su marido con su hijo; trata del guardaespaldas que contrata, aunque luego se sabrá que ella huye de una condena por asesinato y que él, un hábil luchador blanco, en realidad ha sido criado y entrenado por los indios. El siempre solvente actor Taylor Kitsch lo interpreta a él y a ella una magnífica Betty Gilpin.

Son una pareja cuya complicidad nace de sus muchas diferencias. Resaltar el papel del actor Shea Whigham, dueño de un fuerte. En el fuerte conviven todas las sensibilidades de lo humano, de lo bueno, menos, a lo peor, abundante.

En la serie se ve la mano tenebrosa del director, ya patente en la peli 'Collateral', que tenía a un Tom Cruise en estado de gracia. En la serie los paisajes interiores, el caníbal que habita en cada ser humano, combinan y se pelean con los paisajes exteriores, la alucinación completa de una región donde se mezclan las praderas y la montañas nevadas, los días grises y las noches oscurísimas. A la serie ni le falta ni le sobra nada. Disfrutarán como adultos que son de esta demostración de talento en estado puro.