'La Chica Enmascarada' o cómo pasar siete horas completamente boquiabierto
La serie muta en un drama brutal que se desarrolla a lo largo de varias décadas y trata temas tan duros como la misoginia, la prostitución y la venganza
Las antologías son para el verano
'La chica enmascarada', disponible en Netflix
Quizá sea por la promoción y los trailers que Netflix ha usado con 'La Chica Enmascarada' o quizá por algunas ideas preconcebidas sobre el universo K-Pop y las series coreanas pero lo lógico era pensar que se trataba de una comedia con ... ciertos toques oscuros. Y durante el primer episodio todos los indicios confirmaban la teoría. Kim Mo-Mi, una niña que sueña con convertirse en estrella e ídolo musical ve cómo sus ambiciones se frustran cuando su apariencia no encaja con los inalcanzables estándares de belleza.
Pasados los años, ya toda una mujer adulta, recurre a un servicio de cámaras web donde realiza sus espectáculos musicales escondida tras una máscara mientras por el día trabaja en una aburrida oficina. Mucho baile, algún que otro chiste bastante cáustico y personajes secundarios muy exagerados. Justo lo que cabía esperar.
Hasta que 'La Chica Enmascarada' nos asesta su primer golpe sorpresa y en un giro totalmente inesperado se convierte en un thriller psicológico, con toques de gore, drama y suspense. Desde ese momento en adelante se hace muy complicado para el espectador no permanecer boquiabierto hasta los créditos del último capítulo.
Lo que parecía una frívola serie cómica sobre los sueños de estrellato de una mujer muta en un drama brutal y descarnado que se desarrolla a lo largo de varias décadas, varias generaciones y trata temas tan duros como la misoginia, la prostitución, la venganza, hijos que pagan por los pecados de sus padres, la corrupción y la delincuencia. Como dicen en Canarias, ¡agüita!
Los personajes que inicialmente parecían forzadas y simples caricaturas comienzan a desarrollarse, a evolucionar y a alcanzar un nivel de profundidad y humanidad que no se podía anticipar inicialmente. La siguiente sorpresa de 'La Chica Enmascarada' es precisamente dedicarle tiempo a cada personaje, permitirle a cada uno de ellos su momento de protagonismo y sus minutos en el centro de la historia hasta acabar siendo más una serie coral que una serie sobre Kim Mo-Mi.
La narrativa salta de década en década desvelando poco a poco situaciones, motivos, sucesos y puntos de vista que enriquecen la historia y consiguen crear un universo creíble y consistente para que los personajes operen y tomen decisiones razonables, por muy catastróficas que sean las consecuencias.
'La Chica Enmascarada' es con total seguridad una de las mejores apuestas de Netflix en lo que va de año y no tiene nada que envidiar a súper producciones estadounidenses o británicas. El único lunar, por ponerle uno, es un doblaje al castellano cuyo tono está más cercano a una serie de animación que a una serie de acción real, pero nunca llega a ser un detalle que se interponga en el disfrute de esta gran tragedia, esta gran sorpresa coreana que nos ha caído del cielo de repente y que quizá muchos se pierdan por la confusa y engañosa promoción que se ha hecho de ella.