«Killing Eve»: un cóctel que entra solo

Falta por ver cómo evolucionan los siguientes capítulos y si nos dejará resaca o se subirá demasiado a la cabeza, pero de momento el brebaje está bueno. Puede que no sea zumo natural, pero tiene algo que lo distingue de los productos prefabricados. Es tan exótica que la produce BBC América y en España se puede ver en HBO. Transcurre en varios países europeos, con un reparto internacional.

Creada por la reconocida guionista Phoebe Waller-Bridge ( «Fleabag» ), la buena pinta de la serie le permitió renovar por una segunda temporada antes incluso del estreno de la primera.

La protagonista más conocida es Sandra Oh ( «Anatomía de Grey» ), que da vida a Eve, una funcionaria del MI5 cansada de hacer un trabajo rutinario y por debajo de su capacidad. Jodie Comer («Doctor Foster») es Villanelle, una asesina con talento, si se permite el elogio, encantada de su oficio y de los lujos que se puede permitir a su costa. El enfrentamiento directo entre ambas se esboza desde los primeros momentos, lo que permite plantear una situación casi insólita en las historias de acción y espías, con dos mujeres al frente de ambos bandos: simplificando un poco,: el bien y el mal.

Completan el reparto Fiona Shaw («Harry Potter»), David Haig («Cuatro bodas y un funeral») y Kim Bodnia («Bron /Broen»).

«Killing Eve» está basada en la serie de novelas de Luke Jennings protagonizadas por el personaje de Villanelle. Está producida por Sid Gentle Ltd. para BBC America, con Waller-Bridge como guionista y productora ejecutiva. Además, Sally Woodward Gentle y Lee Morris firman como productores ejecutivos y Colin Wratten como productor.

Que sea una serie de mujeres es uno de los aspectos más llamativos y por ahí titularán la mayoría, pero lo interesante de verdad de «Killing Eve» es su calidad. El día que veamos normal que las series «de chicas» sean buenas habremos avanzado bastante.