Dragones shakespearianos
'La casa del dragón' (HBO) mira el poder y las pasiones, la fuerza contradictoria de la sangre y los lazos familiares
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCuando Maribel Verdú dijo que la familia era el mayor foco de criminalidad del mundo quizás pensaba en los Targaryen, protagonistas de ‘La casa del dragón’ (HBO) , precuela de ‘Juego de tronos’, donde ya no se trata de un combate entre el bien (los ... Stark) y el mal (los Lannister) sino de un análisis de la zona gris, con buenos y malos o, mejor, con personas a la vez buenas y malas.
Si ‘Juego de tronos’ era un batiburrillo de personajes itinerantes yendo y viniendo de unos reinos a otros, en ‘La casa del dragón’ casi todo ocurre en el palacio, en sus estancias, como reduciéndose a un ‘Yo, Claudio’ . La serie tiene algo shakespeariano, mira el poder y las pasiones, la fuerza contradictoria de la sangre y los lazos familiares. Son varios los episodios, por ejemplo, que se centran en el parto, en su trascendencia política y sus peligros. Las mujeres arriesgan la vida en el embarazo y de ello obtendrán su poder, mucho o poco. La serie no se demora tanto en las decapitaciones, que las hay, como en la crudeza y brutalidad del nacimiento y de la muerte. En la agonía del Rey se escucha el hálito de la carne putrefacta.
No hay guerras ni ejércitos, el pueblo aparece solo muy al final (dentro de una gran arquitectura, hecho personaje circunstancial para la función de público o testigo) y hasta los dragones están a buen recaudo. Son como armas nucleares: están ahí, confieren un poder y determinan un equilibrio, pero ‘dracarys’ es una palabra que mejor callar. Tampoco vemos los desnudos de ‘Juego de tronos’, y sin embargo hay un erotismo subyacente, algo atormentado, a veces en los márgenes de lo incestuoso o del fetichismo, como cuando Lord Larys, cojo y por ello lujurioso podal, suministra información a cambio de contemplar, subyugado, los empeines sorayescos y rosáceos de la Reina.
Hay personajes simples y otros perturbados, pero todos tienen un claroscuro de complejidad. La serie mejora por eso a su antecedente. Aquellos mundos están, se intuyen (las casas, los tronos, la escatología de extramuros...) pero sometidos al reino infinitamente más hondo y entretenido del alma humana.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete