«The Good Fight»: La mezcla perfecta de lucha contra la brecha racial, feminismo y crítica a Trump

La segunda temporada del «spin off» de «The Good Wife» mantiene el nivel de la primera y su lucha interna contra la política de Donald Trump

Silvia Montero

24/05/2018
Actualizado a las 08:42h.

Cuando hablamos de «The Good Fight» estamos hablando del que probablemente es el mejor es «spin off» de la televisión , al menos en el momento actual. Nacida gracias a un personaje de «The Good Wife», esta serie que sigue a la abogada Diane Lockhart tras arruinarse por una estafa piramidal. Y aunque llegó sin hacer mucho ruido, ha logrado convertirse en una de las mejores ficciones actuales, a pesar de que los premios no se han enterado de ello. El nivel de calidad de su antecesora se ha mantenido e incluso elevado porque, ¿quién echa de menos a Alicia Florrick? Yo no, de hecho en la última temporada hasta llegó a cansarme. Bueno, no solo en la última ya que pasamos por distintas fases de amor-odio, que culminaron en lo segundo.

El punto de partida de la sucesora era muy prometedor, porque afortunadamente daba continuidad si no al mejor, a uno de los mejores personajes que nos dio «The Good Wife» : la veterana abogada Diane Lockhart, interpretada por lo gran Christine Baranski (pocas personas tienen en la televisión, en el cine o en la vida en general una risa sardónica tan espléndida como la suya). Así que todo nos hacia presagiar algo bueno: continuaban Baranski; Cush Jumbo, que da vida a otra abogada, Lucca Quinn; Sarah Steele, que vuelve a encarnar a Marissa, que consigue elevar y animar cada una de las escenas en las que aparece, ahora como ayudante de Diane; los creadores Michelle y Robert King; y Ridley Scott como productor. Una carta de presentación inigualable.

Y las expectativas no se vieron defraudadas. «The Good Fight» no es buena, es muy buena. Ha heredado lo mejor y creado su propia marca perfilada por la era Trump . Lejos de mantenerse en una burbuja fuera de la realidad, se ha adaptado a ella y hace bandera de la actualidad con su propia lucha interna contra el presidente de Estados Unidos, llegando incluso a tratar un posible «impeachment» en su segunda temporada.

Los abogados de este bufete se han propuesto luchar contra Trump desde sus despachos de Chicago y, además, con las mujeres como líderes. Son ellas las que manejan los hilos de esta serie. Tres son los personajes protagonistas, y los tres son mujeres. Tres mujeres fuertes, luchadoras, preparadas, inteligentes y cuando lo necesitan divertidas. Mujeres que se ayudan, protegen y apoyan a pesar del mundo competitivo en el que se mueven. Estamos hablando de sororidad, pero sin dar lecciones de moral.

Todo encaja y hasta nos sorprende mostrándonos la otra cara de la sociedad de Estados Unidos. Si en «The Good Wife» nos enseñaban un bufete mayoritariamente blanco y, podríamos decir, que pijo-progre, ahora en «The Good Fight» vemos cómo es el mundo afroamericano en una gran urbe como Chicago .

Sí, las clases sociales y las razas están tan separadas que hay abogados negros para casos de personas de esa misma raza y una de sus especialidades es la brutalidad policial. Desde la perspectiva que da ver esta serie en Europa y en España, no deja de sorprender el desconocimiento que tenemos a veces de ese país que nos da la mayoría del cine y de las series que vemos. La realidad supera a la ficción, esa sociedad está incluso más polarizada de lo que podemos deducir por las noticias que nos llegan, hasta el punto de que los negros confían su defensa a abogados de su misma raza porque no pueden fiarse del sistema si no es así.

Esta serie, que no deja de ser una ficción, nos ayuda a descubrir lo que se nos escapa del complejo sistema judicial de Estados Unidos en el momento actual, marcado por movimientos xenófobos alentados desde el poder. Parece complejo, pero mezclar política, feminismo y derecho resulta de lo más armonioso cuando vas viendo los capítulos de «The Good Fight». Un engranaje perfecto que engancha como las pipas, cuando todavía no has acabado un episodio ya quieres emepezar otro para ver cómo se resuelve el siguiente caso.

Si a esto le sumas que vuelven a aparecer algunos de los mejores actores invitados de «The Good Wife» ( sí, Carrie Preston y su genial Elsbeth Tascioni vuelven) el resultado es que probablemente estemos ante un nuevo «Frasier»: cuando el «spin off» supera a la obra de la que nació.

¡Larga vida a Diane Lockhart!