El dardo
Cuando todo cambió
No olvidemos que el régimen del emperador japonés Hiroito estaba basado en la represión, una dictadura que perseguía y asesinaba a la disidencia
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Iniciar sesiónEn Movistar Plus se ve en dos episodios el muy buen documental 'Hirosima. Cuando todo cambió'. El 6 de agosto de 1945, hace ya ochenta años, el mundo cambió para siempre cuando un bombardero estadounidense, el Enola Gay, precipitó la primera bomba atómica sobre ... la ciudad japonesa de Hiroshima. No se lanzó en Kioto porque a un general le había gustado mucho durante su luna de miel. Así que el gusto de un militar, que no suelen tenerlo, salvó a una ciudad y condenó a otra. La bomba, llamada Little Boy, marcó el inicio del no retorno en la era de la deshumanización que comenzó Hitler, que no creyó en la bomba atómica por ser ciencia judía. Alemania llevaba mucho retraso al estallar la bomba y Rusia lo sabía gracias a sus espías.
La bomba explotó a las ocho y cuarto de la mañana, liberando una energía equivalente a quince kilotones de dinamita, y mató más de setenta mil personas en el acto. En los meses y años siguientes, decenas de miles murieron debido a las heridas, quemaduras y los efectos de la radiación, conocimiento que escondió el militar que supervisó su creación, debida al genio de Einstein y al científico que dirigió el proyecto Manhattan, denominación del desarrollo, el físico judío Oppenheimer. Se hizo en un pueblo construido a tal efecto en el desierto de Nuevo México y en total se emplearon a ciento treinta mil personas y costó dos mil millones conseguir aquello, lo que Oppenheimer bautizo, plagiando un poema hindi, como el destructor de mundos.
El ataque a Hiroshima junto con el bombardeo de Nagasaki de tres días después, forzó a Japón a las capitulación, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial. Entre las dos ciudades y los efectos posteriores murieron doscientas veinte mil personal. Los americanos podrían haber tirado la bomba en un atolón, pero querían desmontar su capacidad de destrucción y con la segunda que tenían más. No olvidemos sin embargo que el régimen del emperador japonés Hiroito estaba basado en la represión, una dictadura que perseguía y asesinaba a la disidencia.
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