Los superhéroes buscan un nuevo refugio

Este presentimiento se puede aplicar a la próxima «Flashpoint» , la esperada «Shang Chi» (la gran apuesta de Marvel y Disney para el mercado chino en 2021) e, incluso, a la estructura del Batman de Matt Reeves y Robert Pattinson , solo que en una versión más oscura. No es que parezca que estas películas vayan a ser malas o aburridas, simplemente sus presupuestos exorbitantes plantean demasiados riesgos ecónomicos.

Son filmes que necesitan llenar cada una de las funciones de sus primeras dos semanas en cada rincón del planeta, además tienen que ser suficientemente seguros para que puedan pasar el proceso de edición de los censores chinos , que tienen la llave de un mercado cada vez más dificil de ignorar. Pero por fortuna hay un espacio para experimentar con superpoderes: la televisión.

No es una sorpresa que, pese a trabajar con menores presupuestos, en la televisión se puedan trabajar con temas más complejos. El medio serializado permite desarrollar con mayor profundidad ideas que en las películas se quedan en una simple mención gracias al tiempo otorgado. Así, «Daredevil» puede ser una exploración de la culpa católica que no le teme a ser violenta; «Jessica Jones» , una fábula sobre cómo lidiar con el trauma de una relación abusiva; «Watchmen» puede ser un estudio sobre el Estados Unidos de Trump; y «The Boys» puede permitirse tener una colección de personajes en escala de grises que estudian la relación con el mito del superhéroe y la cultura de celebridad.

Más allá de las diferencias de presupuestos, estas historias han usado el concepto de superhéroe para explorar problemas reales. Esto ya sucedía en los comics, donde la constante necesidad de crear nuevas historias ha hecho que algunos autores −como Alan Moore, Mark Millar o Grant Morrison− usen a estos personajes para hablar de problemas reales. Millar lo hizo en la «Civil War» original, Morrison estudió la naturaleza de las historias que seguimos contando en su «Superman Beyond» y Alan Moore analizó el concepto de locura en «Batman: The Killing Joke» . Algunas de estas historias han sido adaptadas al cine, pero siempre han necesitado quitarle algo de filo a sus conceptos.

En cambio, las historias que se pueden ver en la pequeña pantalla pueden ir hasta el fondo de estas ideas si lo desean. El Matt Murdock de Brian Cox se puede dedicar a hablar varias veces de la naturaleza de la fe y conversar con «The Punisher» de Jon Bernthal sobre el valor moral de matar a los villanos. También es complicado imaginar que en un estreno de Warner, con un presupuesto de 300 o 400 millones de euros, pueda ser tan crudo y vulgar como puede llegar a ser «The Boys» , que harían sonrojar incluso al «Deadpool» de Ryan Reynolds.

Estas historias no solo son más atrevidas en cuanto a sus temas, sino que estilísticamente también se permiten otros riesgos. La identidad estética de « Umbrella Academy» parece el resultado de la fusión de los X-Men con el mejor Tim Burton , mientras que la «Doom Patrol» de HBO MAX se abre al horror corporal al nivel de David Cronemberg. Ninguna de las dos se parece al estilo de Disney ni a la paleta de grises que Zack Snyder utilizó para mostrar su visión de DC, y eso les beneficia.

Por otro lado, la «Proyecto Power» (Netflix) toma la estética del hip hop y el punk para su versión de los superpoderes. Incluso la compañía de Mickey Mouse parece atreverse a experimentar con sus Vengadores en la pequeña pantalla. Según dejó ver el tráiler de «WandaVision» , ficción que se estrena en diciembre de este año, dos de sus superhérores parece estar atrapados en una pesadilla Lynchiana a lo «Twin Peaks».

Estas diferencias estilísticas permiten avisar a los espectadores que lo que verán es distinto. Puede ser más violento, más profundo, más triste o una combinación de varias de estas. El estilo termina funcionando como un interesante aviso de lo que espera al espectador en cada caso. La violencia de «The Boys» recuerda a donde apuntan con sus conceptos, atacando a la idea superheroica de la empresa del ratón y la ya mencionada «Proyecto Power» le da voz a las minorías con su estética.

A pesar de lo que puede parecer, la animación también da una versión alternativa del mundo de los superhéroes. La «Harley Quinn» de HBO Max, que acaba de ser renovada para una tercera temporada, muestra un mundo donde los superhéroes son básicamente un trabajo más, al igual que los villanos, y donde la violencia generada por figuras como el Joker es cosa de todos los días. Marvel Studios prepara junto a Disney una alocada expansión del MCU (Universo Cinematográfico de Marvel) con su serie animada «Marvel’s What If…?» . Con ella, explorarán los escenarios más alocados, como el que ya adelantaron en su tráiler: ¿qué pasaría si el Capitán América se convirtiera en zombi?

Pero no todo es de Estados Unidos: Japón, a su modo, también nos ha dejado su visión del superhéroe occidental. Con «One Punch Man» se burla de la invencibilidad de los héroes y de lo aburrido que puede llegar a ser verlos triunfar una y otra vez hasta el punto en que los obstáculos se ven artificiales. Mientras que «My Hero Academia» plantea un mundo donde la mayoría de las personas tienen un superpoder y donde los superhéroes son parte del día a día. Al volverse un trabajo más, se puede ver algunos «héroes» bastante pésimos, que recuerdan a ese compañero de trabajo que no queremos tener.

Mientras haya historias sobre héroes que vienen a salvarnos, habrá quien quiera hacer el contrapunto. Y, por ahora, han encontrado en la televisión un refugio donde llevar esta misión a cabo.