La peluca de María Pujalte

Poco que ver con 'Fariña', donde hasta el sexo era feo. Aquí, aparte de lanchas, drogas y delincuentes muy listos, hay historias de amor. Los protagonistas, Clara Lago y Tamar Novas. Pueden decirnos lo que quieran de que siempre se intenta no idealizar al narco como acto de responsabilidad, pero ya me dirán cómo es posible, sin idealizar, sin echar mano de toda la mentira del cine y la televisión, que un señor como Tamar Novas parezca atractivo. Vamos, que no es Javier Rey. A Diego Anido ('As Bestas') me lo creo más. Tampoco se parece a 'Fariña' en la parte periodística (en la crónica en la que estaba basada). Aquí hay ficción, drama, amor, venganza y esas cosas que hacen avanzar las series más comerciales. Dobles parejas, la joven (porque no voy a decir madura) y la adolescente. Ambas con miembros de gente enfrentada. 'Romeojulietanismo' en el mundo del narco.

El punto de partida es una abogada tiburona que trabaja en un despacho de los caros de Madrid (Clara Lago) y tiene un padre en Fuerteventura al que asesinan de pronto. En el testamento deja un dinero a dos mujeres desconocidas. Así que tira de ese hilo y, abandonando el despacho como el monje que vendió su Ferrari, se traslada a Cambados, donde abre despacho modesto y entabla relación con los malos y esas señoras desconocidas. Ya sabemos desde el principio que su padre era un testigo protegido. La chica no tiene ningún problema en empezar un contacto inmediato con el malo (Tamar Novas), que es el hijo del malísimo, en la cárcel por el testigo protegido. Por otro lado, están los Greco (Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado), que a veces parecen el Coyote persiguiendo al Correcaminos. En lo de la idealización, Padín Jr. (Tamar) es más listo que los polis de la unidad de élite. En todo caso, como divertimento cumple. No le busquen tres pies porque los van a encontrar, disfruten si solo quieren pasar un rato entretenido (¿qué más?) con una buena producción. Como dice Clara Lago (y tanto han demostrado siempre en Bambú, que esta es de Vaca Films), «en España tenemos una alta capacidad para hacer que menos dinero parezca más».

Y disfruten también de María Pujalte y Melania Cruz, las señoras del testamento. María Pujalte, adusta y sufridora, está estupenda a la par que espantosa. Esa peluca que le han puesto puede competir al mejor efecto especial de esta temporada junto a la de Candela Peña como Rosario Porto.