A principios del siglo XVIII, Inglaterra está en guerra con los franceses. Una frágil y debilitada reina ocupa el trono, pero es su amiga Lady Sarah quien gobierna el país en su lugar. Una nueva sirvienta aparece en sus vidas y su encanto seducirá a Sarah.

Olivia Colman ("Broadchurch") ganó el Oscar y el Globo de Oro a la mejor actriz protagonista por su brillante interpretación de la reina Ana, papel por el que tuvo que engordar 16 kilos. Se trata de una tragicomedia histórica en forma de cruel parodia sobre las maquinaciones políticas en el reinado de la última soberana Estuardo de Inglaterra, dirigida por el inclasificable Yorgos Lanthimos ("Langosta").

En una corte donde las carreras de patos interesan mucho más que la guerra en la que está inmersa la nación, se produce una lucha por ganarse la simpatía de la monarca entre Lady Sarah Marlborough, la persona más cercana a la reina, y la joven y ambiciosa Abigail Hill; encarnadas por Rachel Weisz y Emma Stone, respectivamente.

A modo de curiosidad, la película fue rodada mayoritariamente con luz natural o iluminación propia de elementos como velas o chimeneas.