Jason Voorhees vuelve a la matanza tras estar dieciséis años portándose bien

La última vez que Jason Voorhees apareció en una producción cinematográfica oficial fue en 2009, en el 'remake' de 'Viernes 13' dirigido por Marcus Nispel, una reinterpretación que combinaba elementos de las tres primeras entregas y devolvía al personaje a su versión más física y brutal. Después de ese estreno, el asesino de Crystal Lake quedó atrapado en una larga y fría hibernación, no por falta de interés del público, sino por una maraña legal que parecía no tener fin.

El conflicto enfrentaba a Victor Miller, guionista de la película original de 1980, con Horror Inc., la empresa que reclamaba la explotación total de la franquicia. La disputa giraba en torno a la titularidad de los derechos de autor, una batalla que se prolongó durante más de una década y que, en la práctica, paralizó cualquier proyecto: secuelas cinematográficas, series de televisión e incluso videojuegos quedaban congelados antes de despegar.

En ese tiempo muerto, la leyenda de Jason no se apagó, sino que se alimentó de la creatividad de sus seguidores. Surgieron mods no oficiales para videojuegos como 'Grand Theft Auto' o 'Skyrim', cortometrajes hechos por fans que circulaban en YouTube, convenciones de terror donde la máscara de hockey seguía siendo un imán para las fotos, y homenajes velados en producciones ajenas al universo Viernes 13. Mientras otros iconos del 'slasher' como Freddy Krueger, Chucky o Ghostface encontraban nuevas encarnaciones en 'reboots' y series, Crystal Lake permanecía en un silencio espeso, como un lago inmóvil al amanecer, con la sensación de que bajo sus aguas algo seguía esperando.

Ese silencio se rompe ahora con 'Sweet Revenge', dirigido por Mike P. Nelson ('Wrong Turn', 'Noche de paz, Noche de muerte') y protagonizado por el especialista Schuyler White, el primer actor en 16 años en ponerse oficialmente la icónica máscara de hockey. El corto funciona como un tributo a la mitología de la saga y, al mismo tiempo, como carta de presentación de la nueva estética que definirá los futuros proyectos. Nelson mezcla la ferocidad física del Jason de la trilogía original ('Viernes 13 Parte 2' a 'Parte 4') con el músculo visual y la brutalidad del 'remake' de 2009. La máscara, más desgastada y marcada, sugiere a un personaje que ha sobrevivido al tiempo y vuelve con una sed de venganza renovada.

El corto también da paso a un despliegue mucho mayor: 'Crystal Lake', una «precuela ampliada» producida por A24 y Peacock que explorará el origen de la maldición con el mismo pulso atmosférico de 'Hereditary' o 'La bruja', sin olvidar que, en sus orillas, siempre flotan cadáveres; una nueva película, aún sin título, que traerá de vuelta a Jason en el presente; y un videojuego que recupere el espíritu de 'Friday the 13th: The Game', esta vez blindado contra los fantasmas legales que sepultaron a su predecesor.

Jason Voorhees no es un villano más. Desde que apareció en 1981 en 'Viernes 13 Parte 2' con un saco en la cabeza, hasta convertirse en icono global con su máscara de hockey, ha atravesado décadas, modas y hasta el espacio ('Jason X', 2001). Se enfrentó a Freddy Krueger, sufrió reinvenciones estéticas y sobrevivió a incontables muertes.

Cada etapa dejó su sello: el realismo sangriento de los 80, el exceso gore de los 90, la estilización brutal de los 2000. El reto de Jason Universe es ahora unificar esas facetas para conquistar a dos públicos: los veteranos que crecieron con él y la generación que lo conoce más por memes y cameos que por sus películas.

Con la serie, la película y el videojuego en el horizonte, Jason Universe busca devolverle a Jason Voorhees el trono del 'slasher'. Un lugar que ha compartido con otros asesinos icónicos, pero que ahora parece dispuesto a reclamar sin miramientos. Ahora, Crystal Lake vuelve a abrir sus puertas. Y, como dicta la tradición, no todos saldrán con vida.