Woody Allen: «La cancelación puede ser necesaria, pero también una tontería»

Y es que las acusaciones de abuso sexual de Allen hacia su hija adoptiva Dylan Farrow, en 1992, han limitado en estos últimos años las posibilidades del cineasta de rodar en Estados Unidos, donde sus productores lo cancelaron en 2019 al calor del #MeToo. El apoyo a Woody Allen proviene ahora en gran medida del extranjero y, en concreto, de festivales europeos como el de Venecia o el de San Sebastián, que siguen proyectando con normalidad su trabajo.

«La cancelación puede ser necesaria, pero también una tontería», dijo ayer mismo tratando de defender su posición durante la promoción de 'Coup de Chance'. La película está ambientada en París y la protagonizan Lou de Laâge, Valérie Lemercier, Melvil Poupaud y Niels Schneider. Como tantas veces en su cine, la trama gira en torno a un matrimonio, cuya vida perfecta da un vuelco cuando la esposa se enamora de un antiguo compañero de clase. «El adulterio es un tema que me interesa, pero también le interesaba a los autores griego de hace cientos de años», justificó Allen, quien admitió sentirse influido por el cine europeo al tomar la decisión de rodar en Francia y en francés. «Cuando era más joven, las películas que más nos impresionaron cuando estábamos empezando y aspirando a ser cineastas eran del cine europeo: películas francesas, italianas y suecas. Todos queríamos hacer películas como los europeos».

Cuando se le preguntó si seguiría rodando películas en otros idiomas, Allen dijo que no lo descarta. «A veces recibo llamadas telefónicas de productores de otros países ofreciendo financiación para mis películas si las hago en otro idioma. Si tengo la idea y es buena, lo considero. En Francia he vivido una gran experiencia rodando este filme», apuntó el director, que en 'Coup de Chance' se ha animado por primera ver a rodar todo en francés. Entre tanto, a sus 87 años, descartó su retirada y aseguró que aprovecharía la oportunidad de volver a rodar en su Nueva York natal, de presentársele.

«Tengo una muy buena idea para Nueva York y si alguien se atreve a financiar mi película allí, obedeciendo mis terribles restricciones: darme el dinero sin leer el guión ni conocer a los actores protagonistas, podría volver a Nueva York». Escoltado por las actrices de 'Coup de Chance' Lou de Laage, Valerie Lemercier, Melvil Poupaud y Niels Schneider, el cineasta reflexionó sobre el papel que la suerte o la ausencia de ella ha desempeñado en su propia vida. «He tenido mucha, mucha suerte toda mi vida -dijo Allen-. Tenía dos padres amorosos. Tengo buenos amigos. Tengo una esposa, un matrimonio y unos hijos maravillosos, y nunca he estado en el hospital. Nunca me ha pasado nada terrible».

La última vez que Allen estuvo en Venecia fue en 2007, con 'El sueño de Casandra', protagonizada por Colin Farrell y Ewan McGregor, y antes, en 1995, fue invitado a recibir un León de Oro a su trayectoria profesional.