Festival de Cannes
Tras la explosiva 'Titane', llega Julia Ducournau con la patológica 'Alpha'
La directora opta a su segunda Palma de Oro en Cannes, algo que no es fácil si no eres un hermano Dardenne
Wes Anderson repite caldo con el mismo hueso en 'La trama fenicia'

Otro día grande para el festival, aunque no tanto para el cine: presentaba su nueva película Julia Ducournau, que ganó aquí la Palma de Oro en 2021 con 'Titane', una de esas obras perturbadoras e irritantes que, con suerte, no la ... vuelves a ver más. Su nueva película se titula 'Alpha' y no es menos desagradable que la anterior, pero sí tiene un mayor enganche (previo notable esfuerzo) con algo que pueda interesar. Lo que es ya indudable es que Julia Ducournau tiene una obsesión por el cuerpo humano en proceso de descomposición parecida a la de, por ejemplo, David Cronenberg.
'Alpha' es el nombre de su niña protagonista, en edad escolar en un mundo atacado por un extraño virus que recuerda al viejo sida, y cuando se hace un tatuaje de cualquier manera en una noche de juerga con sus amigos comienza una historia de mal rollo general. Su madre es médico, trabaja en un hospital que acumula víctimas de ese virus (literalmente, se van petrificando poco a poco) y tiene un hermano yonqui y afectado también por el virus. La vida de Alpha, la de su madre y la de su tío es una pura complicación y un vivero de traumas, aunque Ducournau se esfuerza de que contenga enormes dosis de sentimiento entre ellos.
Muchas escenas de cuerpos en muy mal estado, muchas también de tiempos mezclados, de presente y pasado, mucha exploración en los efectos físicos del virus y mucha intención en confundir realidad con fantasía y simbolismo. Le cuesta a Ducournau (ya le costaba en la anterior) organizar una narración legible, penetrable, y por lo tanto que acerque los sentimientos de sus personajes. A la madre la interpreta la iraní Golshifteh Farahani, y es quizá la única que te invita a entender su situación; el hermano es Tahar Rahim, al que le han dejado, pobre, los huesos fuera del cuerpo de puro flaco, y la niña es Mélissa Boros, muy conocida aquí por 'El silencio de Sibel', tremenda película.
Francamente, se pasa mejor sin ver 'Alpha' que viéndola, pero si le dieron el premio gordo por 'Titane' le pueden dar otro igual de gordo por 'Alpha'. Aunque repetir Palma en Cannes no es nada fácil si no eres también un hermano Dardenne.
'Águilas de la República'
Y bajo bandera sueca se presentó en la competición 'Águilas de la República', del director sueco de origen egipcio Tarik Saleh y con Fares Fares de protagonista. Con este actor con la nariz mirando tan al sur como la de Adrien Brody, ya ha hecho Saleh varias de sus películas, como 'Conspiración en El Cairo' y 'El Cairo confidencial', y parecen tener un buen juego de dobles. El argumento que trata es interesante, tiene un buen desarrollo en sus intrigas y está narrado con humor, dobleces e intención política.
El protagonista es el actor más popular de Egipto, George Fahmy (Fares Fares), al que todo el mundo adora y respeta, por lo que el régimen autocrático de Abdelfatah Al-Sisi le propone interpretar al presidente en una película patriótica, y él duda hasta que se percata que la duda no solo ofende sino que puede ser letal, y acepta. A la vez que el rodaje, ocurren diversos hechos que complican aún más el trabajo actoral del popular Fahmy, intrigas amorosas, complots políticos, amenazas a su círculo familiar…, mientras que 'el delegado' del presidente en el rodaje (papel que borda, de puro borde, Amr Waked) ofrece una imagen clara de lo que es una dictadura y lo peligroso que resulta estar cerca de ella, también lejos, a media distancia o con un disfraz transparente, porque te ve siempre.
Y es esto lo que ofrece 'Águilas de la República' como mejor reflexión: eres un artista popular, quieres decir no a que te usen en un pastiche en favor del dictador, pero no tienes más remedio que decir sí, y ves cómo ese compromiso ineludible es tan resbaladizo como si te hubieras negado. En España, que durante décadas escritores, poetas, autores, cantantes, bailaoras y demás (es decir, todos) le dedicaron panegíricos y felicitaciones al gran mandamás porque tocaba, se entiende bien esto de que si hay que aplaudir, se aplaude. Y se entiende tan bien, que se sigue haciendo tal vez por inercia.
'Magallanes'
En la Sección 'Un certain regard' se ha proyectado una película que es coproducción entre Portugal y España, también Francia y Filipinas, se titula 'Magallanes' y la ha dirigido el filipino Lav Díaz, un director temible porque hace películas de 500 minutos en lo que se calienta un té. Esta de 'Magallanes' solo dura 156 minutos, o sea, lo que se dice un corto para él, y trata sobre la figura del navegante Fernando de Magallanes, que fue el primero en alcanzar las Indias Orientales por la ruta del Atlántico al Pacífico, y que murió en Filipinas (ahí entró Juan Sebastián Elcano para terminar la primera circunnavegación de la Tierra, aunque solo llegaron con él dieciocho hombres).
En fin, la película cuenta todo esto, pero al modo Lav (la primera embarcación aparece a la hora y media de película), que se entretiene sin ser entretenido en charlas y sucesos, y va y viene sin apenas entrar en el meollo. El protagonista es Gael García Bernal muy barbado y la historia se narra con una estructura no lineal en el tiempo, comienza por el final y luego mezcla el proyecto y la aventura.
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