Los Oscar se sacuden el sambenito de «racistas» en una gala donde los actores blancos son minoría

Todo comenzó, como tantas cosas hoy en día, con un 'hashtag'. En el 2015, la abogada activista April Reign apuntó a las nominaciones blancas a los Premios de la Academia de ese año con un #OscarsSoWhite, que se hizo viral. Se repitió la historia en 2016, que por segundo año consecutivo repartían las 20 candidaturas de actuación entre intérpretes blancos . La redes exigieron cancelar los #OscarsSoWhite criticando a los Premios de la Academia por su falta de inclusión. El problema racial de los Oscar apareció repentinamente en la portada de periódicos con gran tirada internacional y se debatió en la televisión, mientras que pilares de la comunidad de cineastas negros, incluidos Spike Lee y Jada Pinkett Smith , boicotearon los premios. La Academia entró en crisis, celebró una reunión de emergencia y anunció un objetivo ambicioso de duplicar el número de mujeres y personas de color entre sus miembros para el 2020.

El racismo en los Oscar no es nada nuevo, por supuesto. Cuando Hattie McDaniel se convirtió en la primera actriz negra en ganar un Oscar en 1939, la sentaron en una mesa separada , en la parte posterior de la entrega de premios, y se le negó la entrada a la fiesta posterior porque era «solo para blancos». La exclusión se extiende más allá de la comunidad negra: Miyoshi Umeki sigue siendo la única persona asiática en ganar un Oscar como mejor actriz de reparto por 'Sayonara' (1957); sólo cinco mujeres latinas han sido nominadas a mejor actriz; y Rami Malek es la única persona de ascendencia árabe en ganar un Oscar a mejor actor por 'Bohemian Rhapsody' (2018).

En función de los nuevos cambios, las nominaciones a los premios de este año sorprenden, y mucho, con Steven Yeun y Riz Ahmed como el primer asiáticoamericano y el primer musulmán en ser nominados a mejor actor, por 'Minari' y 'Sound of Metal' , respectivamente.

¿Cuánto ha cambiado la Academia de Hollywood desde el #OscarSoWhite? En 2020, anunciaron que habían superado las metas fijadas en 2016, habiendo duplicado el número de integrantes femeninas de 1.446 a 3.179, y triplicado sus integrantes de color de 554 a 1.787.

El reconocimiento de estos premios quiere reflejar respeto, justicia e igualdad, no solo porque tiene un efecto material significativo en la industria sino porque permite a artistas compartir su visión y llevar su voz al mundo. Si bien un Oscar para Martin Scorsese, Spike Lee o Leonardo DiCaprio es la guinda del pastel de una carrera ilustre, para muchos otros ganadores es mucho más significativo. En una entrevista publicada este año, Sir Steve McQueen comparó su victoria en el Oscar con su título de caballero, diciendo que ambos eran parte de su artillería para conseguir la financiación de su serie de antología 'Small Axe'.

Para los actores que ganan, puede servir como trampolín. Olivia Colman, Christoph Waltz o JK Simmons vieron como sus victorias transformaron sus carreras. Las nominaciones al Oscar y las estatuillas han demostrado ser trascendentales también para actores de color como Viola Davis y Regina King.

Este año, en la categoría de dirección, el cambio es impresionante. La lista incluye a dos mujeres, Emerald Fennell y Chloé Zhao, la primera mujer asiática en ser nominada como realizadora con una narración que critica a la sociedad norteamericana. En la categoría de mejor actor, hay más hombres de color que blancos. Y en la categoría de mejor actriz, hay dos mujeres negras. Entre los 10 nominados para papeles secundarios, cuatro son personas de color.

La plétora de películas que tratan en su contenido narraciones sobre personas afroamericanas escritas por personas negras es un hito histórico. Ese tipo de riqueza de oportunidades está comenzando a normalizarse en Hollywood y ver cómo se premia y reconoce su trabajo ayuda a que la sociedad aprenda lo que ocurre en otras comunidades. Decir que Hollywood se ha transformado es muy aventurado, pero es cierto que la lluvia de premios ya no recae sobre los mismos actores y todavía falta reconocer a los actores latinos, pero, no cabe duda, que se está progresando hacia un futuro mucho más abierto.