Damien Chazelle: «Hay que revivir sin nostalgia la tradición de los musicales»

¿El sueño de ganar un Oscar y el final de «La La Land» van en cierta forma de la mano en Hollywood?

Supongo que se refiere a ese estilo de sueño. La sociedad, en cierta forma también critica a los soñadores; la idea de estar en las nubes suena mal. Y muchas veces, hay algo realmente hermoso detrás de cierta gente que no tiene los pies sobre la tierra, al tratar de vivir soñando. Esa es la idea que yo tuve para filmar «La La Land».

¿Por qué cree que se dejaron de rodar musicales en Hollywood?

Es una buena pregunta. Yo creo que pasó cuando, en los años 60 y 70, el público empezó a querer ver mas historias reales en cine. Y se consiguieron así muchas de las mejores películas en la historia del cine, pero al tiempo los musicales dejaron de tener su lugar. Y ahora, en una forma muy extraña, los musicales son bien recibidos por la gente. Ha vuelto el interés de combinar imágenes con música. Nuestra película intenta recuperar esa tradición que yo tanto amo. Es cierto que se perdió y es bueno revivirla sin un viaje nostálgico, en una forma más contemporánea y relevante, para un público más moderno.

Emma Stone y Ryan Gosling no son tan conocidos como cantantes ni bailarines. ¿Cómo los imaginó protagonizando un musical?

Yo quería actores. Quería a los mejores actores que pudiera encontrar para esta película, porque pienso que los mejores musicales en la historia del cine tienen mucho más que ver con la interpretación que con todo el resto. Los números musicales los desarrollamos alrededor de ellos exclusivamente, en vez de obligarlos a una coreografía determinada. Es algo que hablamos mucho con los coreógrafos. También les dije desde el principio que iban a tener que bailar además de cantar... sin cortes. Tenía que ser algo grandioso. Y todos respiraron profundo, pero después les gustó la idea. Yo soy de los que creen que cuando estableces una meta muy alta, la gente muchas veces salta para llegar todavía más alto.

Hace poco, Woody Allen me dijo que, a la hora de dirigir cine, él siempre roba de los mejores. ¿En su caso robó ideas de los mejores musicales?

Ah, sí, lo mío es un robo por autopista. Yo soy de los que creen que «es mejor robar que pedir prestado». Y en este caso, con «La La Land», salí a lo grande y todas las películas que yo amo en cierta forma están ahí.

¿Algún ejemplo en particular?

Yo quise robar de cada uno de los musicales que me gustan, como los bailes de Fred Astaire y Ginger Rogers, la apertura de «Ellos y ellas», de Joseph Mankiewicz, o el baile del sueño en «Cantando bajo la lluvia», además de filmes como «Un americano en París» o «Melodías de Broadway 1955».

¿Por qué cree que «La La Land» realmente se merecía haber ganado el Oscar en lugar de «Moonlight»?

La película es emocionante, más allá de ser un musical. Ryan y Emma mantienen la efervescencia y lo maravilloso es que mantienen siempre esa clase de juego, sin disculparse por lo que pase. ¿Cómo no va a ser un juego ponerte a cantar de repente, en cualquier momento? Pero cuando surge la emoción en la película, ellos son genuinamente emocionantes. «La La Land» te hace reir, te hace llorar y como en la más clásica tradición de Hollywood, la película, es un plato muy completo.