Jane Birkin, el Aleph de todas las modas
«Para los demás es imposible, pero para ella era fácil: estar siempre un paso por delante de la moda»
Muere la actriz y cantante Jane Birkin a los 76 años
Para los demás es imposible, pero para Jane Birkin era fácil: estar siempre un paso por delante de la moda. Tuvo estilo desde el mismo momento de nacer, que nació inglesa pero fue francesa, y el buen gusto de estar siempre a la distancia ... justa de la excelencia y absolutamente libre de ella: pudo presumir de ser cantante ante las actrices, y de ser actriz ante las cantantes, y sobre todo de no pesar nunca mucho más que el bolso que llevara colgado. De voz breve, de pecho breve, de escueto talento dramático y con un sentido natural del impacto de su figura, un Botticelli, en el lugar de los hechos, y todo ello puesto con generosidad al servicio (tal vez, al resto) de los hombres que se le pegaron, desde John Barry a Serge Gainsbourg, o desde aquel raro Antonioni de 'Blow-Up' al rarísimo Jacques Doillon.
Un paso por delante de la moda, sin proponérselo, sin aspaviento, con naturalidad, y en todo, incluso en hacer atractiva la diastema, que esa separación de los dientes incisivos (los llamados 'paletos'), medio siglo antes de que viniera TikTok a considerarlos tendencia; una distancia que, en su sonrisa gatuna, sólo era medible en años luz, y con los años y con la luz aún más.
Hace no mucho, su hija Charlotte Gainsbourg le dedicó un familiar documental, 'Jane por Charlotte', un retrato de madre y artista en la mirada de la hija, un encuentro a cámara abierta entre confesiones suaves, diálogos cercanos y dos voces tan tenues y encantadoras que parece imposible que nunca las haya oído nadie en modo chillido. Tal vez no sea el mejor documental para descubrir las excelencias de Birkin como actriz o cantante, pero sí para enamorarse de una mujer en el filo de la ancianidad, hermosísima, y una madre que ha tenido que parar el golpe de la muerte de su hija Kate Barry (suicidio) y los golpes de unas compañías ensopadas en alcohol y…
No hizo ni grandes canciones ni grandes películas, las de Gaingsbourg, las de Rivette, Deray o Antonioni, pero sí muy impactantes en un mundo que con mirarla y oírla se erizaba.
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