Gascón decidió hace tres semanas desaparecer, borrarse Twitter y ausentarse de las galas de premios en las que estaba nominada, como los BAFTA o, este pasado domingo, el Sindicato de Actores. Pero los Oscar son otra cuestión. La madrileña es consciente de que un caramelo como este no se repite con frecuencia y que, vista la controversia, quizás Hollywood no le dé una segunda oportunidad.
Por eso, este domingo asistirá a la ceremonia de los premios de la Academia, a los que está nominada como Mejor Actriz. Sus opciones de premio son limitadas, viendo el favoritismo de Demi Moore ('La sustancia') y Mikey Madison ('Anora'), pero, como candidata, ha sido invitada y allí estará.
Cuando surgió esta polémica por sus mensajes en redes sociales, a finales de enero (hace apenas un mes, aunque parezca un abismo), Netflix cortó el grifo por completo. La compañía de 'streaming', responsable de la película por la que está nominada, no sólo la vetó de una buena cantidad de ceremonias, sino que además la eliminó de los pósters y le comunicó que no cubriría sus gastos desde ese momento.
Habitualmente, los productores gestionan las invitaciones de sus estrellas a diferentes galas y financian sus viajes y vestidos antes de cada alfombra roja. A Gascón se le había acabado el cuento. Hasta ahora. Este lunes, Variety y New York Post publican que Netflix se ha echado para atrás y finalmente sí cubrirá los gastos de la actriz.
Queda por ver si estará sentada en el teatro junto a sus compañeros de 'Emilia Pérez', que en algunos casos han hablado públicamente mal de ella (como el mismo director, Jacques Audiard, o la coprotagonista, Zoe Saldaña) y otros, como Selena Gómez, han preferido escurrir el bulto.
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