Little Spain, el séquito de C. Tangana que disparó su «ambición desmedida» con espíritu castizo
Tan interesante como el éxito de 'El madrileño' es el viaje de la 'tropue' que lo acompaña, que formó la 'Little Spain' en Los Ángeles antes de dar nombre a su productora
C. Tangana: «Me siento desconectado de la música de ahora. No entiendo lo que hacen los chavales»
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta historia tiene ritmo de rumba y letra de bolero, esa que dice que «la distancia es el olvido»; y a unos protagonistas modernos a rabiar en fondo, forma y ambición, pero castizos en espíritu y vocación. Son los miembros de Little Spain, ... una productora asentada en el corazón del Madrid más cañí que empezó como un sueño nostálgico en Los Ángeles, California, donde esta pandilla –una ganga, por aquellos lares, o un séquito, viendo su destino– hacía carrera en la publicidad y los videoclips de reguetón entre filtros de Instagram y tablas de skate.
Santos Bacana, Rogelio González, Cristina Trenas y María Rubio, entre otros, engendraron una idea cuando vivían en Los Ángeles hace más de un lustro: que los españoles que allí residían y a los que la cultura les atravesaba se reunieran bajo lo que firmaron como el colectivo 'Little Spain'. Por allí se dejaba ver Lourdes Hernández cuando se fue de España dejando atrás a Russian Red, o Arnau Valls, la fotógrafa Silvia Grav... Había tantas ganas de hacer cosas como inocencia, recuerdan ahora Santos, Rogelio y Cristina. Y otro artista al que Rogelio, director por entonces de publicidad, moda, skate y videoclips de rap, invitó: Antón Álvarez, C. Tangana, al que conocía desde su etapa en Agorazein y antes como el rapero Crema, aunque ya por entonces los amigos lo llamaban 'Pucho'. «Rogelio me presentó a Pucho en Las Vegas en sus primeros Grammy Latinos, y como que se alineó todo», recuerda Santos.
C. Tangana: «Me siento desconectado de la música de ahora. No entiendo lo que hacen los chavales»
Fernando MuñozEl artista que ni «canta ni afina» pone fin al exitoso recorrido de 'El madrileño' con el documental 'Esta ambición desmedida', que estrena ahora en cines
En ese encuentro se gestó la primera semilla de lo que sería 'El madrileño', aunque ellos aún no lo sabían. Imposible imaginarlo, de hecho: por entonces C. Tangana solo era un rapero del que pocos podrían vaticinar que firmaría uno de los discos más influyentes de los últimos años, elegido por la crítica de ABC como el mejor álbum de 2021.
Un par de años después de aquel encuentro, Rogelio acabó en la casa angelina de Santos por una casualidad –fue a California a rodar un videoclip y el artista lo canceló a última hora–. Pero de aquella estancia nació un corto, 'Santos' (Filmin), en el que Santos Bacana (la historia de su 'apellido' da para otra película, nacida del edificio de Benidorm Playmon Bacana) reflexionaba –nada demasiado en serio– sobre la búsqueda de la idea perfecta, de la ambición, de la romantización de lo que dejó en España y de la falsa nostalgia de los lugares que no se conocen. Todo con toques de flamenco de fondo. «Pucho estaba en la búsqueda de su siguiente disco y al ver el corto le inspiró porque como que ahí vio algo de lo español fuera de España y de las raíces y tal... Y ya empiezan a gravitar sus ideas en torno a eso, y de así surge el tema del madrileño, el inicio de este macroproyecto que empieza con el álbum, luego con la gira y que termina con la película», desgrana Santos. Y esta película no es otra que 'Esta ambición desmedida', que se estrena mañana en los cines como un documental en el que los tres directores y amigos de C.Tangana lo acompañan en los conciertos que da en todo el mundo y donde descubren todas las inseguridades, miedos y aspiraciones de un chaval que se convirtió en estrella.
'El madrileño' y la película son ahora la punta del iceberg de la productora 'Little Spain', ya asentada en Madrid tras la aventura californiana. Porque para qué echar de menos algo que puedes tener en la mano. «Y porque cuando Pucho nos dice que Sony le compra el disco nos tenemos que venir y nos cambia la vida a todos», remata Cristina Trenas. Y se ve en la película, en cierta manera:en una de las últimas escenas de 'Esta ambición desmedida' Pucho le dice a Santos Bacana que no «agradece» lo suficiente todas las ideas que le dio.
Aquella aventura americana, aquel sueño de crear un gueto español de culturetas en Los Ángeles terminó en las Vistillas, con comidas en el Landó y paseos entre tabernas. A vivir como «madrileños», aunque no todos lo eran. Y a respirar lo castizo, «que ya no es lo de Torrente». «La premisa fue coger todas esas cosas que molaban y mirarlas desde otro lugar sin prejuicios». Así elevaron a Tangana, y así hicieron historia con un disco que era rap y flamenco, cañí y global.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
SuscribetePeriodista. Jefe de sección de Cultura. Coordinador de ABC Play (Cine, series, TV). Máster ABC 2013
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete