Carla Simón y 'Alcarràs': cuando la ficción se adelantó a la realidad
La aplaudida película de la catalana retrataba el fin del mundo tradicional, donde las placas solares le comían el terreno a los melocotones
ABC viaja a Alcarrás, de símbolo 'antiplacas' a líder en fotovoltáica
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Iniciar sesiónEn 'Alcarràs', Carla Simón retrató el fin del mundo. No al estilo Hollywood, donde todo son explosiones y un héroe a última hora evita la extinción con una frase rotunda y redonda y todos vuelven a ser felices. En 'Alcarràs', el final se precipita ... lentamente, al ritmo en el que antes se cosechaban los melocotones y hoy se atornillan las placas solares, una detrás de otra, hasta ocupar 800 hectáreas. La noticia que ha adelantado este viernes ABC ya la ficcionó Carla Simón hace tres años: el rural tal y como se conocía llega a su final. En el pueblo y en la película alguno se justifica con una vida menos dura, en la que no hay que levantarse al alba para regar y donde no hay que temer las inclemencias del tiempo. Las placas exigen menos sacrificio que el árbol y su rendimiento está asegurado. A cambio, y eso sí lo defiende la mirada de la directora, el pueblo muere, las familias se distancian y la vida moderna acaba con la tradición.
Alcarrás, de símbolo 'antiplacas' a líder en fotovoltaica
Àlex GubernLuz verde a un macro parque solar en este municipio de Lérida, un año después de la premiada película que le dio a conocer: será uno de los más grandes de España, 800 hectáreas y 400 MW de potencia
Dijo Carla Simón el pasado sábado también en estas páginas que «el arte siempre va por delante de la politica». También habló de uno de sus miedos al escribir los guiones, que hasta ahora todos han salido de sus experiencias familiares y personales: «Solemos creer que nuestras películas son importantes aunque nadie las esté esperando. Pero entonces a veces pasa que aquellas películas que nadie esperaba son bienvenidas». Lo dijo recogiendo su premio Nacional de Cinematografía, y sus compañeras le recordaron que con su cine ha ayudado a la sociedad a «ver cosas que si no hubiéramos vivido, no hubiéramos entendido». «Los conflictos de su obra -dijeron- son de una intensidad muy grande, donde aparecen presentes que se desmoronan y futuros que no terminan de nacer». Y otra cosa más, que la emocionó. Que ella, como Merixel Colell y Elena López Riera (las cineastas que la acompañaron) vienen del pueblo, de las periferias de la industria. Y que juntas habían demostrado que desde el rural, y sin renunciar a él, se puede triunfar mundialmente en el cine. «Creíamos que el cine no era para nosotras, niñas de pueblo. Después de ti, ninguna niña de pueblo pensará que es imposible hacer películas», celebraron emocionadas.
Carla Simón, premio nacional de Cine: «El arte siempre va por delante de la política»
Fernando MuñozLa directora recogió el galardón este sábado en el Festival de San Sebastián de mano del ministro de Cultura en funciones, Miquel Iceta, que recordó que «donde hay censura no hay cultura»
Y ahí está el pueblo de Alcarrás, donde desde la distancia podría parecer que abandonar la dureza de la tierra a cambio de los beneficios de «cultivar» el sol es un negocio redondo. Pero si recuerdan la película, con esas niñas ayudando a separar los melocotones de la última cosecha, se entienden todas esas cosas que desde la distancia no se ven. Y que el arte siempre va por delante de la política. Porque de pronto alguien decide poner una cámara y contar todo lo que no se había dicho. Porque si Rick decía en 'Casablanca' eso de 'el mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos', en el 'Alcarràs' de Carla Simón bien podrían decir que el rural se derrumba y ya nadie quedará para hacerle películas.
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