'¡Viva Rusia!', el guión inédito que Berlanga guardó 13 años en una caja del Cervantes

Ese momento llegó esta mañana, en la que dos de sus nietos tuvieron el privilegio de descubrir el último secreto, el último giro de guión berlanguiano de una vida llena de anécdotas. En la caja, además del guión de '¡Viva Rusia!' , se encontraron una biografía publicada en la época y una revista francesa que hablaba de 'El verdugo' y que resalta la dimensión internacional del valenciano .

«La mayoría de ustedes» –dijo Fidel, el nieto de Berlanga encargado de abrir la caja– «conocen a mi abuelo por la parte dicharachera de sus películas y por su parte excéntrica. Yo conocí al Berlanga íntimo y los cientos de secretos que la mayoría de la gente no conoce. En su caótico estudio vi poemas que nadie leyó. Era un genio porque creó sin pretensión», dijo emocionado el nieto del homenajeado, en el que fue uno de los numerosos actos que celebran el nacimiento del genial cineasta.

La caja 1034 guardó durante esos 13 años un secreto ahora descubierto. Un legado que desde hoy pasará a formar parte de la exposición 'Berlanguiano. Luis García Berlanga 1921-2021' , en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, organizada por la Academia de Cine. Se colocará en una vitrina donde el público podrá verla por primera vez, junto con el resto de la muestra, hasta el 5 de septiembre.

El guión de '¡Viva Rusia!' comienza con un guiño al regreso de Santiago Carrillo a España, solo que bajo el tamiz berlanguiano y la pluma de Azcona se convierte en otra historia: el personaje baja las escaleras del avión cubierto por un llamativo peluquín rubio y, en mitad de las escaleras, se asusta y se da la vuelta. Un vuelo, además, repleto de veteranos («a uno lo bajan en camilla más muerto que vivo», escribieron) con una pancarta en la que se leía: «Los últimos exiliados de Rusia saludamos a la España del 92». El libreto aparece firmado por Rafael Azcona junto con Manuel Hidalgo , Jorge Berlanga y Luis G. Berlanga .

Fue Mariano Barroso , director y presidente de la Academia de Cine, el que leyó esa primera escena y el que lanzó a David Trueba , presente en el acto, un órdago: «No tiene director. No digo más». «Ni productor, que es más grave», le replicó el cineasta entre las risas del auditorio del Instituto Cervantes.