Viggo Mortensen: «Hay políticos que son pirómanos y bomberos»
El actor (y productor, músico, poeta, pintor...) recogió el premio Donostia 2020 del Festival de San Sebastián, donde también presentó «Falling», su debut como director
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Iniciar sesiónBuscar un nombre que encaje entre los requisitos para recibir el premio de honor de un festival no es sencillo. Debe ser una estrella conocida en todo el mundo, con una carrera de prestigio y, además, en estos tiempos de pandemia, que pueda viajar para ... recogerlo. Y resulta que San Sebastián lo tenía a la vuelta de la esquina. Viggo Mortensen , un hombre de Hollywood con residencia en España, un actor que igual produce un pequeño proyecto en Argentina que rueda un documental en Islandia o que llega a los Oscar como mejor actor, recibió ayer el premio Donostia encantado de compartir lista con otros nombres que son «historia del cine».
«He tenido la suerte de estar muchos años haciendo esto y he trabajado con buenos directores en más de una buena película», apuntó el cineasta en una entrevista con ABC. «Cualquier actor estaría contento de tener en su currículum alguna de esas buenas películas, y yo he tenido varias . No me puedo quejar, aunque haya tenido que esperar un tiempo para llegar a esto», reflexionó el premiado, que además aprovechó para presentar en el Festival su primera película como director, «Falling» , que también produce, guioniza, interpreta, toca la música… Un hombre orquesta en toda su plenitud que cuenta en su debut la historia de un viejo cascarrabias (Lance Henriksen) al que la demencia senil aleja cada vez más de su hijo, el propio Mortensen.
«La memoria es muy subjetiva y tramposa, muy poco fiable, ordenamos las cosas como nos conviene. Es como una autodefensa. Pensamos que el presente es muy confuso y que nos podemos fiar de los recuerdos, pero no», anotó Mortensen, que terminó de escribir este relato en dos tiempos al poco de fallecer su madre. «He vivido muy de cerca esto de la demencia con mi padre, con mi padrastro, con otras personas cercanas...», recordó el actor, que le dedica la película a sus hermanas por todos esos retazos de la memoria de su infancia con los que construyó el guion. Pero insiste, por eso de los que busquen el morbo de entrar en las relaciones personales del famoso de turno, que todo es ficción… Salvo que cuando era crío durmió con un pato que había cazado.
Aragorn el cuentista
Habla Viggo Mortensen de «cuentos», no de películas. Y presume de haber contado grandes «cuentos». Aunque como ese artista del renacimiento que parece empeñado en ser -además de actor es director, productor y guionista, compositor musical, pintor, poeta, jinete …- no le gusta que le metan mano en lo que hace. Por eso lamenta que la Academia de Hollywood imponga cuotas para meter minorías en las películas como tampoco le gusta que los periodistas digan que su película es una metáfora donde el viejo protagonista encarna los valores de algunos dirigentes políticos. Aunque abierta la puerta de la actualidad, él, encantado siempre de hablar de política, la cruza a pecho descubierto: «En todo el mundo hay polarización, también en España. Hay políticos irresponsables que alimentan la polarizacion porque les conviene», aseguró. «Son políticos que tienen una doble función: pirómanos y bomberos. Y el mal ejemplo de ciertos políticos ha sacado del armario a bichos orgullosamente intolerantes», lamentó, y ahí entra en juego la parte de la película: «Es como la familia de “Falling”, ¿qué haces con el intolerante? Yo prefiero no combatir el lenguaje del odio con más odio. Es difícil hacerlo, porque algunas veces quieres mandarlos a la mierda».
Lejos de la alfombra roja
Este «cuentista», que habla con el acento argentino que se le enquistó cuando vivió allí durante su infancia, rehúye todo ese aparataje de glamur y brillo que rodea a las estrellas. Porque pese a que protagonizó una franquicia que recaudó tres mil millones de dólares y ganó 17 Oscar , Viggo Mortensen siguió buscando su camino lejos del artificial sol de Hollywood. «Nunca he sido consciente de huir de nada. No es una huida: avanzo a base de buscar proyectos que me interesan. Nunca he dicho que no voy a hacer una película de gran presupuesto o de ciertos temas», excusó. «El trabajo de preparar, rodar y promocionar una película te puede llevar años, así que prefiero tener que hacerlo de cosas interesantes… si es que puedo aguantar económicamente, que cada vez es mas difícil porque no he podido trabajar tanto en los últimos años», lamentó Mortensen, que reconoce que nunca se ha lamentado de vivir bajo el peso de la fama de Aragorn . Y menos ayer, que une su nombre al del resto de los premiados con el Donostia, una lista que es historia del cine.
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