Piratas del Caribe
El homenaje de Jack Sparrow y la voz de Johnny Depp a la Canción del pirata
La productora celebra de esta forma el 175 aniversario de la muerte del poeta español José de Espronceda
ABC Play
Este 23 de mayo se cumple el 175 aniversario de la muerte de José de Espronceda y desde Disney, que este viernes estrena en toda España la quinta parte de Piratas del Caribe , han querido homenajear al genial poeta español. « ... La canción del pirata » es quizá el poema más conocido y recitado por los escolares españoles. Unos versos –con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela...– que después se recordarán toda la vida.
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Por eso, el vídeo comienza con un joven recitando el poema, al que le acompañan después distintos trabajadores. Al final, y con música épica de fondo , la emoción asciende cuando la voz en español de Johnny Depp (esto es, su actor de doblaje) continúa los versos hasta que se entremezclan con imágenes de la película.
Los barcos en Piratas del Caribe
El barco del Capitán Salazar se basó en diseños históricos para elaborar el águila de dos cabezas de su enorme vela; además, los cañones de cubierta llevan el Sello Real español
Para la quinta parte de la saga se han construido barcos tan excepcionales como los que evoca la Canción del pirata. La creación no ha sido sencilla. Australia acogió once barcos que se construyeron en bases móviles informatizadas. Algunos curiosos pudieron vislumbrar uno o dos mástiles sobresaliendo de 100 containers apilados unos encima de otros como ladrillos. De hecho, los contenedores formaban el marco de una fantástica tecnología llamada Aircover Inflatables, unas enormes pantallas azules inflables que el supervisor de efectos visuales Gary Brozenich y su equipo sustituyeron posteriormente por cielo y oleaje. Los cuatro inventores de esta tecnología fueron galardonados con un premio especial en los Oscar de 2016.
En el escenario de los barcos, la producción empleó al menos 27 grúas tipo jirafa para elevar, cargar y manipular el material. También se colocó una rejilla de iluminación de 45 metros por encima de los barcos para lograr un ambiente de luz de día y sobre todo de noche. Todos los días había en funcionamiento tres grúas de este tipo con cinco cámaras montadas sobre ellas. En total, el escenario de los barcos contó con 30-40 elementos de equipo pesado.
A pesar de que el barco del Capitán Salazar estaba destinado a ser una creación imaginaria y no cumplía de forma estricta con los cánones de la náutica, Phelps se basó en diseños históricos para elaborar el águila de dos cabezas de la enorme vela; además, los cañones de cubierta llevan el Sello Real español y están decorados con dos delfines cada uno, un motivo habitual en los cañones franceses y españoles del siglo XVIII.
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