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ABC Cultural

La peligrosa escena de «Malditos bastardos» que estuvo a punto de quemar vivos a dos protagonistas

Omar Doom y Eli Roth, dos de los personajes principales de la sexta película de Tarantino, se salvaron de morir abrasados y sepultados «por solo diez segundos»

Eli Roth y Omar Doom, en «Malditos bastardos» IMDb

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El pasado mes de agosto, se cumplieron diez años del estreno en cines d e «Malditos bastardos», la sexta película de Quentin Tarantino . Un aniversario que, en el tiempo, coincidió prácticamente con la puesta de largo de «Érase una vez en Hollywood», la novena cinta del cineasta de Knoxville y que –sin entrar en «spoilers»– tiene mucho que ver con el referido largometraje, más allá de que en ambos títulos Brad Pitt interprete a uno de los personajes principales .

En «Malditos bastardos», ambientada en la Segunda Guerra Mundial, Pitt interpretaba al teniente Aldo «El Apache» Raine , un alto mando del ejército estadounidense que se infiltra en Alemania y construye su particular milicia compuesta por integrantes de toda condición, que se hacen llamar los «Bastardos» y que comparten una única premisa: su pasión por asesinar , con los métodos más sanguinarios posibles, a todo soldado nazi que se cruce en su camino.

Dentro de ese peculiar grupo, hay algunos integrantes que destacan por encima del resto. Sin ningún género de dudas, uno de ellos es Donny «El Oso Judío» Donowitz, interpretado por el actor y cineasta Eli Roth, maestro del terror y gran amigo personal de Tarantino. Un personaje, por cierto, que dentro del particular Universo del cineasta –en el que están conectadas todas sus películas– es además el padre de Lee Donowitz, el productor de cine al que da vida Saul Rubinek en «Amor a quemarropa» , el filme de Tony Scott cuyo guion ideó Tarantino. Aunque esa es otra historia.

Con su bate de béisbol al hombro al más puro estilo Negan (el maquiavélico personaje de Jeffrey Dean Morgan en la serie «The Walking Dead»), Donny Donowitz disfruta sobremanera torturando nazis, en compañía de Aldo Raine y del resto de integrantes de los «Bastardos». Lo mismo que sucede con Omar Ulmer (llevado a la gran pantalla por Omar Doom, actor asiduo en las películas de Tarantino), también parte principal del grupo de protagonistas de «Malditos bastardos».

El plan de los «Bastardos»

No en vano, Raine, Donowitz y Ulmer son los tres miembros del grupo de «Bastardos» que, en el último tramo del largometraje y ayudados por la intérprete Bridget von Hammersmark (Diane Kruger), se consiguen colar en ese cine francés que es propiedad de la exiliada Shoshanna Dreyfus (Mélanie Laurent), aquella mujer judía cuya familia fue asesinada por los nazis y por orden del Coronel Hans Landa (interpretado de manera magistral por Christoph Waltz) al inicio de la cinta, pero que consigue escapar de la matanza y sobrevivir adoptando el nombre falso de Emanuelle Mimieux. El recinto llama la atención de las tropas nazis, que deciden utilizarlo como sede de la primera proyección de la película sobre las «heroicidades» del soldado alemán Friedrick Zoller (al que encarna el actor hispano-alemán Daniel Brühl), lo que trata de aprovechar Shoshanna (a.k.a. Madame Mimieux) para llevar a cabo su propia venganza contra las tropas nazis por la masacre perpetrada contra su familia.

Pero los «Bastardos», que no saben de la existencia del plan secreto de Shoshanna, también quieren hacer lo propio y se infiltran en el cine para masacrar nazis : un objetivo que tienen más claro todavía después de conocer que a la «premiere» de la película asistirán nada menos que Adolf Hitler (Martin Wuttke) y Joseph Goebbels (Sylvester Groth), brazos ejecutores de la cúpula germana. Para colarse en el recinto, utilizan una treta y adoptan la identidad de tres profesionales italianos del audiovisual . De hecho, Donowitz dice llamarse Antonio Margheriti, que en la realidad fue un célebre cineasta italiano que además, en el (ficticio) Universo Tarantino, dirigió a Rick Dalton (el personaje de Leonardo DiCaprio) en «Operazione Dyn-O-Mite», una de las cuatro películas que éste marcha a rodar a Italia en «Érase una vez en Hollywood». Aunque sin su inolvidable lanzallamas, otra conexión entre ambos filmes–.

Gracias al plan de los «Bastardos», y antes de que Shoshanna consiga cumplir el suyo propio y haga saltar por los aires el cine, Donowitz y Ulmer consiguen adentrarse en los palcos del recinto . Cuando este estalla en llamas por el motín de Shoshanna, los dos «Bastardos» sorprenden a los nazis y entran en escena para acribillar a balazos a Hitler y Goebbels. Una escena de lo más épica, pero que pudo terminar en tragedia para los «héroes» de la secuencia: los actores Eli Roth y Omar Doom, pues, coincidencias del destino, ambos estuvieron a punto de morir carbonizados durante la grabación de la citada toma.

Tarantino no quiso interrumpirles

Para conferir más realismo al la escena, el equipo de «Malditos bastardos» decidió rodarla a una temperatura cercana a los 400 grados centígrados, con el fin de emular las condiciones climatológicas generadas por el fuego . Así lo hicieron en los tests previos a la secuencia, pero en el momento del rodaje el sistema de control falló y la temperatura comenzó a aumentar, hasta que el termómetro del set alcanzó los 1.200 grados centígrados. Una cifra de lo más peligrosa y prácticamente insoportable para cualquier ser humano, aunque Doom y Roth terminaron de rodar la secuencia en la que aniquilaron a Hitler y Goebbels. Ni Tarantino, que lo presenciaba todo subido a una grúa con un traje ignífugo, ni ninguno de sus trabajadores quisieron interrumpirles, viendo la precisión y pasión con la que estaban trabajando.

Tras el rodaje de la toma, el equipo de bomberos que supervisaba la grabación estimó que ambos actores estuvieron a solo diez segundos de morir carbonizados. En paralelo al estreno de la cinta hace una década, Roth recordó lo sucedido durante el rodaje en una entrevista con «LA Times». «Estuvimos a punto de morir incinerados. De repente, el fuego estalló y la temperatura comenzó a subir. De hecho, la esvástica nazi [presente en el teatro] se cayó . Y se suponía que no debía hacerlo, porque estaba sujeta con cables de acero. Pero el acero se derritió », rememoró Roth, en declaraciones al citado medio.

«Después de la escena, a Omar se le llevaron y yo me tuve que tumbar en el suelo, con los pies en alto. Me pusieron bolsas de hielo por todo el cuerpo... y los bomberos nos dijeron que si hubiéramos grabado solo durante diez o quince segundos más, la estructura se hubiera derrumbado. Estuvimos a punto de morir incinerados» – Eli Roth, en 2009

Cuando hubieron terminado de grabar, ambos intérpretes fueron tratados de quemaduras leves y Doom tuvo que ser trasladado a un hospital cercano. «Nos quemamos. A Omar se le llevaron y yo me tuve que tumbar en el suelo, con los pies en alto. Me pusieron bolsas de hielo por todo el cuerpo... y los bomberos nos dijeron que si hubiéramos grabado solo durante diez o quince segundos más, la estructura se hubiera derrumbado », manifestó el actor y director, padre de la saga de terror-gore «Hostel» y que estuvo a punto de terminar como el protagonista de una de sus cintas. Aunque afortunadamente, todo quedó en una anécdota y tanto Roth como Doom se recuperaron y lograron salir adelante . No así sus personajes, que sí que perecieron en aquel cine al no lograr escapar de las llamas.

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