Mohamed Ben Attia: «La revolución de Túnez fue como una historia de amor»
El director tunecino estrena «Hedi, un viento de libertad», que fue premiada en el Festival de Berlín
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Iniciar sesiónPara Mohamed Ben Atti hacer esta película fue «una auténtica necesidad personal». «Abandoné un guion que llevaba años escribiendo por la urgencia de contar esta historia de amor, a través de la cual quería hacer un paralelismo con lo que hemos vivido en Túnez ... después de la Primavera Árabe », asegura el director sobre «Hedi, un viento de libertad», su debut en el largometraje. Y no puede estar más satisfecho con el resultado, pues fue galardonado en la pasada edición del Festival de Berlín con el Premio a la Mejor Ópera Prima y el Oso de Plata al Mejor Actor, Majd Mastoura .
Ben Atti consigue mezclar de una manera muy sutil el romance con el drama social
El filme cuenta la historia de un chico de 25 años, introvertido y con poco carácter, que trabaja en un concesionario de coches y está a punto de casarse con una chica elegida por su familia. Pero, de repente, se enamora locamente de una guía turística mucho más moderna y liberal que él, que le hará plantearse la rebelión contra todos aquellos que han dirigido su vida. «La Revolución de los Jazmines (que acabó con el régimen de Ben Alí después de 24 años de dictadura) fue tan fuerte y conmovedora para todos nosotros que podía parecerse a una historia de amor o a un flechazo. Es una idea un poco ingenua, vale, pero fue así», explica el realizador tunecino, que había dirigido cinco cortos antes de estrenar este filme. Uno de ellos pidiendo directamente a la población el voto para los progresistas, «cuando se instaló el miedo a los islamistas en época de elecciones».
A lo largo de 93 minutos, Ben Atti consigue mezclar de una manera muy sutil el romance con el drama social, haciendo un retrato del Túnez posrevolucionario, a medio camino entre la tradición y la modernidad, y a través del flechazo entre los dos protagonistas. «Nunca quise que dicho retrato fuese frontal ni directo, entre otras cosas porque no me sentía capaz de hacerlo en ese momento. Me pareció que contar lo que estaba ocurriendo en mi país a través de la vivencia de Hedi era una buena forma de reinterpretar la situación, pero a escala humana e íntima. No a escala política y social», afirma el director sobre su película, que la prensa extranjera ha calificado de «sensible», «bella» e «inteligente».
Los objetivos de la Primavera Árabe
Ben Attia no esconde que, seis años después de la Primavera Árabe, muchos de los objetivos revolucionarios perseguidos en el Túnez de 2011 no se han conseguido todavía, después de tres elecciones y una Constitución.
Al igual que a Hedi «le cuesta escoger entre la estabilidad de los valores familiares y la inestabilidad de su viaje hacia lo desconocido encarnado por su amante (la actriz Rym Ben Messaoud )», la República tunecina también vive confusa entre la modernidad y las tensiones políticas, la violencia interior y el poder de los conservadores. «Muchos jóvenes no saben a dónde dirigirse ni encuentran su sitio en la sociedad –añade convencido el cineasta–, pero no puedes pedir que una revolución llegue a su meta y se concrete en tan poco tiempo. Seis años en la vida de una persona es mucho, pero en una sociedad no es más que una gota de agua».
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