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Mal genio

Una mirada «cruel» al genio Godard

Hazanavicius homenajea al padre de la Nouvelle Vague en la adaptación de la novela de Wiazemsky

Louis Garrel da vida a Godard en «Mal genio»
Lucía M. Cabanelas

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Hay vida más allá de «The Artist». Sobrevivir a una película tan aclamada -ganó cinco premios Oscar en 2011- no es tarea fácil, pero su director, el francés Michel Hazanavicius , lejos de encasillarse con su éxito, opta por «pasar a otra cosa»: «Fue un milagro, si quisiera volver a hacerlo me condenaría a la desgracia », cuenta en una entrevista a ABC.

Repite, sin embargo, con la misma temática, volviendo a orquestar un homenaje muy personal al séptimo arte. Si en «The Artist» honraba al cine mudo, en «Mal genio» recrea los códigos visuales del padre de la Nouvelle Vague , Jean-Luc Godard, y juega con él, para que las escenas «tuviesen el sabor de los recuerdos de sus películas». El filme, que se estrena este viernes en España, persigue al cineasta galo a través de la mirada de su esposa y musa «rebelde» Anne Wiazemsky , fallecida hace una semana y autora de «Un año ajetreado», la novela en la que se inspira Hazanavicius para el filme.

Con cierta picardía y no menos ironía, el ganador del Oscar al mejor director caricaturiza a su protagonista. «El aspecto visual es un homenaje a Godard porque trabajé con elementos constantes de su universo, pero también hay una mirada un poco cruel, distanciada », reconoce.

Para alimentar al polémico cineasta como motor cómico de la cinta, lo retrata corriendo en las marchas de mayo del 68 en Francia, perdiendo constantemente las gafas ( «la revolución es difícil para los miopes» , bromea el director); provoca también que el intérprete Luis Garrel rompa la cuarta pared para reconocer ante el espectador que es un actor dando vida al genio francés o se burla de la paradoja que fue su vida con una escena en la que el protagonista veta los desnudos de su por entonces esposa mientras la cámara lo retrata como vino al mundo. «Me gusta ese tipo de humor. La manera de contarlo me conviene más, no me hubiese gustado un estilo serio hablando de un tipo serio con aspiraciones serias. Ahí me hubiese obligado a juzgar mientras aquí aportaba ese toque de ligereza», explica Hazanavicius. Porque en la vida, según el director, hasta los momentos dramáticos se recuerdan con una sonrisa. Aún así, para dar con la tecla hizo un poco de trampa: «Falseé para hacer algo distinto. Era como entremezclar el personaje con su obra».

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