Las 10 películas españolas de 2017: de la mirada de una niña a la fiesta de «los Javis»

El único documental de la lista es, en palabras de Oti R. Marchante, «una inagotable comilona visual sobre la increíble e insospechada vida que existe en la cordillera Cantábrica, tan palpitante, curiosa, diversa y polícroma como una tarde navideña en el paseo peatonal de una gran ciudad. [...] Es un corte transversal a la naturaleza, con animales de todo tamaño y condición, al modo de una planta miscelánea de gran almacén, y sin la presencia en campo del ser humano, aunque se intuye que muy cerca de todo eso la vida del hombre pringa el paisaje de otra música y otros ritmos». [ Crítica de Cantábrico (****), por Oti R. Marchante ]

Una comedia inclasificable que funciona como intriga familiar, drama pasional, thriller paranormal y un catálogo de la sociedad que está ahí pero no queremos ver. Tan difícil de categorizar como su director, Pablo Berger, que tras rodar «Torremolinos 73» y «Blancanieves» , mezcla en el argumento de «Abracadabra» la lógica del disparate con la absoluta creatividad . «La impresión ante esta película es magnífica, brutal , tanto por la libertad con la que se desenvuelve el relato, como por la increíble capacidad de sus actores (Antonio de la Torre, Maribel Verdú y José Mota) para contener todo el caudal polisémico de sus personajes, un hombre poseído, un ama de casa frustrada, un hipnotizador hipnotizado por sus afectos...»

[ Crítica de «Abracadabra» (****), por Oti R. Marchante ]

El cine de terror ha dado grandes películas españolas en los últimos años. En el recuerdo está « Tesis », de Alejandro Amenabar; « El orfanato », de J. A. Bayona o « Rec », de Jaume Balagueró y Paco Plaza, por poner ejemplos de estilos variados dentro del género. Este año, el nombre propio ha sido « Verónica », también de Paco Plaza. La película ha sorprendido en los Goya, con siete nominaciones, y mantiene el nivel de un género que insufla vida en los pulmones del cine español.

La historia real aliñada de leyenda del gigante de Altzo, un hombre de aldea, sencillo, que no paró de crecer hasta que llegó a los dos metros y medio, es traducida a imágenes por Jon Garaño y Aitor Arregi con aroma de cuento y un grandísimo gusto visual y musical. No obstante, «Handia» se ha convertido en la película con más nominaciones para los Goya 2018 gracias, en parte, a su altísimo nivel técnico y el equilibrio entre la máxima belleza visual del relato y su fondo «monstruoso».

[Crítica de Handia (***), por Oti R. Marchante ]

Olvidada en los Goya, «Julia Ist» se aupa a la sexta plaza impulsada por la fuerza de su directora, la novel Elena Martín, y convertida en una suerte de retrato generacional –minoritario, por desgracia, apenas tuvo 7.000 espectadores– para todos aquellos que hicieron un Erasmus o que lo vivieron en la soledad del otro lado, el que se queda en origen sin ver el mundo que se abre. Elena Martín , que es también la protagonista, y a la que ya vimos en « Las amigas de Àgata », sacude en el papel de una arquitecta de 21 años que se va a Alemania (como podría ser cualquier ciudad de Polonia, da igual) y cambia el eje sobre el que gira su vida sospechando que volverá, con el tiempo, todo a su punto de origen; pero nunca vuelve. La juventud, ya se sabe, se cura con los años.

«El autor», como no podía ser de otra manera, va sobre escritores. Pero esta película es de actores. Bajo la dirección de Manuel Martín Cuenca, sus cuatro protagonistas han logrado una nominación al Goya: Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Adelfa Calvo y Adriana Paz. Así lo veía Oti R. Marchante en la crítica del estreno : «La película busca con ahínco y éxito las circunstancias del autor, y encuentra para él personajes grandiosos, en especial esa portentosa, maliciosa y graciosa portera que interpreta con tanta entrega y talentos Adelfa Calvo, que consigue, frente a Javier Gutiérrez, varios momentos de emoción turbia, de brutal sinceridad y de amargura picante, dulce y agria. Está llena de aciertos interpretativos, por supuesto, el vuelque absoluto en su personaje de Javier Gutiérrez (tan frío, tan espumoso), pero también de todas sus «circunstancias literarias», la portera, la pareja de vecinos, el anciano misántropo…, personajes que hacen que se cueza su novela entre las sombras de una pared del patio interior». Crítica de «El autor» (****) .

La película de Isabel Coixet es uno de esos milagros comerciales que pocos años se dan. El boca a boca hace que la película crezca en espectadores hasta llegar a donde ni los productores soñaban. Y así ha sido hasta llegar a casi 350.000 personas que han pagado por ver la película en salas. Pero no es la taquilla lo que le da este puesto, sino su historia sencilla y emocionante. «En los primeros minutos de esta maravillosa película, una voz en «off» nos regala algunas ideas y sensaciones sobre el placer de la lectura , sobre esos momentos de profundo deleite cuando uno descubre entre las palabras de un libro esas emociones que sabe cómo tenerlas pero no cómo expresarlas. Y aun conteniendo ese perfumado elogio a las letras, Isabel Coixet organiza en su desarrollo otras alabanzas a flujos internos tan «superados» hoy como el amor a la lectura: el buen tesón, los principios, el respeto, el buen gusto...». [La crítica completa de «La librería» (****), por Oti R. Marchante ]

El fenómeno de este 2017, le pongan el apellido que le pongan, ya sea millennial, musical, feminista..., es «La llamada», creada por «los javis», los personajes que más brillan (sin focos, todo natural) entre los jóvenes cineastas. Javier Ambrossi y Javier Calvo crearon este musical para la sala off del Teatro Lara, y desde ahí creció como un rumor entre los madrileños: hay que verla. El salto al cine, con todo el equipo original, encabezado por Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta, Gracia Olayo, Richard Collins-Moore, la ha llevado a toda España. « Graciosa, luminosa, arriesgada y sorprendente (al menos para los que no la vieran en su formato teatral), esta película es puro contrapelo de la actualidad social [...] Toda la carcasa de «La llamada» es sensacional, divertida, que te mira a la cara y te dice "y ahora, ten el valor de no mondarte", pero es que en su interior lleva dinamita.» [ Crítica completa de «La llamada», de Oti R. Marchante ]

Una de las injusticias que cometimos en el ABC del Ocio fue minusvalorar «Selfie», de Víctor García León, y eso que los críticos apostaban por ella. El tiempo la devuelve al lugar en el que siempre la tuvo Oti R. Marchante: «Insólita y lúcida caricatura que funciona como autorretrato de la España bobalicona que vivimos y de algunos de sus clichés más representativos, que tiene una estructura formal brillante, con trama de falso documental y con la cámara tan presente como sus personajes, una galería, o fauna, que maneja su joven director, Víctor García León , con tal grado de bendito vitriolo que produce tanta risa, como reflexiones varias y un panorama intelectualmente desolador tanto de las generaciones jóvenes como de las precedentes. Lo interpreta de modo genial Santiago Alverú, quien construye un imbécil en estado puro, entre la petulancia y la ignorancia .»

[ Crítica de «Selfie» (****) ]

Es la película del año porque te lleva de visita a un lugar terrible, la perplejidad mezclada con doloroso vacío de una niña de seis años que acaba de perder a su madre; pero el viaje está acomodado por el sutil plumaje de la mirada de su directora, la debutante Carla Simón, que pone la cámara a la altura de los ojos de las dos niñas protagonistas para que el espectador les vea asimilar un trauma que jamás se puede superar.

«Más que una crónica de los días, la película recorre los sentimientos anudados de soledad, rebeldía, confusión y negación de una niña despojada brutalmente del manto materno y con la intuición de que lo ha perdido para siempre, entre adultos tan confusos y asustados como ella. La pequeña actriz Laia Artigas (es imposible no pensar en aquella Ana Torrent) despoja a su vez de fácil sentimentalismo al drama con su capacidad expresiva y subversiva, y con un manejo casi milagroso de la contradicción, de la sugerencia, la intriga interior, la inocencia y el apunte de crueldad, pidiéndole al espectador tanto una caricia como el rechazo . No hay más punto de vista que el de Frida, la niña, y Carla Simón nos lo muestra con naturalidad, frescura, conmoción y un poético sentido visual», en la crítica Crítica de Verano 1993 de Oti R. Marchante.

[El 31 de diciembre, en ABC, la lista completa de todos los estrenos del año, nacionales e internacionales, para todos los críticos de ABC]