El mejor cine español busca su público en la noche de los Goya

Pese a este interés por llegar al espectador, entre los más críticos del cine nacional empezó a repetirse un mantra tras anunciarse las nominaciones: las cinco películas favoritas no han tenido casi público.

Los datos dicen que tan solo el 7,7 por ciento de lo recaudado por producciones españolas viene de los títulos que optan al Goya a mejor película –«Handia»,«La librería», «El autor», «Verano 1993» y«Verónica»– , mientras que acumulan 49 de las 100 candidaturas posibles (excluyendo los cortometrajes). Por su parte, las diez cintas más taquilleras del año, que acumulan el 80 por ciento de la taquilla, solo tienen diez nominaciones de las que siete corresponden a «Verónica».

«Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas», con casi 18 millones de recaudación, la más vista del ejercicio, solo tiene una mención en la categoría de animación pese a que los productores la presentaron para otras diez, entre las que estaban mejores efectos especiales, montaje o dirección artística. ¿Significa esto que los gustos de la Academia están lejos del público? No necesariamente. Las películas más taquilleras de los últimos años tienen el sello –y la promoción– de las televisiones. Un cine comercial cuya pretensión para los que ponen el dinero es la rentabilidad. Este año está el ejemplo de «Es por tu bien», «Señor, dame paciencia» y «Toc toc», comedias de Atresmedia y Mediaset que se han quedado sin nominación. Aunque todo cambia cuando estos grupos apuestan por otros géneros, como hicieron la anterior edición con «Un monstruo viene a verme», que además de ser la más comercial triunfó con nueve Goya de los doce a los que aspiraba.

Así, los 1.600 académicos entregan hoy a sus compañeros los premios con los que dilucidar los mejores trabajos del año, un veredicto que los 17 millones de espectadores han emitido cada vez que pasaron por taquilla durante 2017. ¿Es mejor lo más popular o lo que votan los miembros de una institución? Con este debate de elecciones imperfectas, de promoción frente a endogamia, llega una ceremonia que quiere ser definida como diversa, abierta y popular, al menos por los cinco títulos que optan al Goya principal, con cuatro idiomas representados, géneros muy diferentes y directores de estilo dispar.

Ayer, la Asociación de Mujeres Cineastas anunció que repartirá más de 1.200 abanicos antes de la alfombra roja para protestar por la falta de mujeres en el sector audiovisual. Los datos avalan la crítica:solo hay un 27 % de nominadas y solo dos candidatas entre los ocho directores, noveles y veteranos, que aspiran al Goya. Eso sí, este año el galardón de Honor, el único que ya se conoce, tiene nombre de mujer, Marisa Paredes, una excepción para un reconocimiento que históricamente ha caído en manos de hombres.

Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla serán los encargados de presentar una gala que contará con la participación sobre el escenario de nombres como Paco León, Leticia Dolera, Paula Ortiz, Najwa Nimri, Belén Rueda, Concha Velasco... Y hasta Dani Rovira, que se espera que haga una aparición tras ceder el puesto después de tres años como presentador. Todo para conocer unos premios que convenzan a público y autores.