«La madre del blues»: Así es la última película de Chadwick Boseman

En 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan , el dramaturgo estadounidense August Wilson se encontraba escribiendo un ciclo de diez obras tenían como objetivo resumir la historia afroamericana en el siglo XX en Estados Unidos. El «Ciclo de Pittsburgh» terminaría incluyendo trabajos «Fences» , « King Hedley II» y por supuesto «Ma’ Rainey’s black bottom» , que narra una versión ficticia de la sesión de grabación de la canción. En ella se ve la compleja relación de los artistas negros con sus productores y agentes blancos, quienes terminaban recibiendo la mayoría del dinero salido de las sesiones.

En 2020, bajo la presidencia de Donald Trump y a la sombra de «Black Lives Matter» , «Ma’ Rainey’s black bottom» , con el título en español: «La madre del blues» llega a la pantalla de Netflix . La nueva adaptación además termina sirviendo como despedida a otro icono afroamericano: Chadwick Boseman que como Leeve, el impulsivo y carismático trompetista de Ma y cuyas ambiciones terminan avanzando la trama. La cinta se convierte entonces en un testimonio de un talento que nos fue arrebatado antes de tiempo, y que demuestra aquí, por si alguien tenía alguna duda que era mucho más que el rey T’challa .

Boseman no era un extraño a interpretar iconos de la cultura afroamericana. El actor le dio vida a Jackie Robinson, primer jugador de color en las grandes ligas, en «42» tuvo el rol protagónico en «I feel good: la historia de James Brown» e interpretó al juez de la corte suprema Thurgood Marshall en «Marshall ». El peso de Boseman como icono lo llevo también a trabajar con Spike Lee este mismo año en «Da 5 bloods: hermanos de armas» . Tampoco desconocía el trabajo de Wilson, en 2013 escribió una pieza para el «Los Angeles Times» en el que lo llamó « el Shakespeare estadounidense», aunque nunca había podido interpretar uno de sus personajes.

Dirigida por George C. Wolfe , uno de los directores de teatro con mayor éxito en los dramas de Broadway y producida por Denzel Washington la cinta no solo brilla por el trabajo de Boseman. El guion, fiel al trabajo de Wilson, le da a cada uno de los actores diálogos impactantes que exploran las tensiones raciales de Estados Unidos a profundidad y cada uno de ellos consigue darles la personalidad necesaria, en especial Viola Davis en el rol que da título a la obra. La Rainey de la cinta y de la obra se puede parecer una diva, tan malcriada como los rumores de Madonna o Isabel Pantoja , pero sus exabruptos eran una forma de exigir respeto, de que su manager y su productor la tomen en serio.

Davis ha pasado toda su carrera cerca del trabajo de Wilson. Actuó en el estreno en Broadway de «Seven Guitars» y «King Hedley II» , además de en la versión para el cine de «Fences» . A pesar de todo admitió que este, era un personaje muy distinto a las otras mujeres que han salido de la pluma del dramaturgo: «Ma no pide disculpas, es dueña de su poder. No creo esa sea verdad de Rose o los otros personajes de Wilson que he hecho. Ella no dependía de un hombre, tenía su propia autonomía».

«La madre del blues», en parte por casualidad y en parte por diseño, es un tributo a tres artistas afroamericanos de distintas generaciones, y llega en un momento donde una vez más Estados Unidos enfrenta la sombra de la desigualdad creada por el racismo. Con una temporada de premios incierta en camino la cinta y su significado histórico se dibujan como otro golpe a la mesa de Netflix que sigue tomando decisiones acertadas con sus producciones.

Y más allá de lo que pase con la cinta a la hora de los Oscar la historia probablemente la vea como la mejor actuación de un Chadwick Boseman que deja un agujero imposible de llenar en un Hollywood en proceso de transformación.