Jacques Cousteau, el hombre que conquistó los océanos

«En cierto modo es uno de los inventores de la telerrealidad» , cuenta a ABC Jérôme Salle, director de «Jacques». « Cousteau era una persona que sabía mantener su intimidad , en una época en la que la vida privada se protegía incluso mejor que ahora. Su vida personal era prácticamente un misterio», explica el cineasta. Su primera mujer, Simone (interpretada por Audrey Tautou), tuvo un papel decisivo en su fulgurante trayectoria. «Es una persona que, como no podía cumplir sus sueños por ser mujer, lo hizo a través de su marido. Es la responsable de que Cousteau fuera quien fue, y eso es un logro, pero al mismo tiempo se percibe su frustración, porque lo que consigue lo hace a través de su marido. En realidad, Simone era más marinero que Cousteau », reconoce Salle.

«Jacques» huye del biopic clásico, del formato documental con el que el cineasta se convirtió en un emblema, para profundizar en el hombre más allá de la leyenda. La trama se vertebra a través de la «relación pasional» entre el medioambientalista y su hijo Philippe, «una especie de héroe más puro que su padre . La obstinación de Philippe, que se enfrentó a su progenitor, más preocupado por conseguir filmar sus películas que por proteger los océanos que había conquistado, motivó un punto de inflexión en Jacques Cousteau, y juntos se convirtieron en pioneros militantes para preservar el medio ambiente.

Fueron ellos, padre e hijo, quienes lograron que la Antártida fuera consagrada para la paz y la ciencia. « Cousteau se comportó como un cerdo para conseguir sus imágenes, y después se reinventó , convirtiéndose en un militante del medio ambiente. Protagonizó justamente ese cambio en la toma de conciencia», aclara Lambert Wilson, que se mete en la piel del patrón del Calypso a lo largo de tres décadas. «La relación y el conflicto con su hijo revelan los aspectos más importantes de Cousteau. Es una historia, la de su vida, muy rocambolesca», explica.

Para conseguir financiación y poder grabar sus películas sobre el fondo marino y sus maravillas, Jacques Cousteau trabajó mano a mano con la industria petrolera. « El dinero que le daban le ayudó a mostrar la belleza de esos paraísos que las petroleras explotaban . Haber contribuido a la destrucción del medio ambiente hace de él una figura ambigua, algo que siempre se le ha reprochado», cuenta el actor que, metido en el papel, admite que durante el rodaje incluso mantenía diálogos con un Cousteau imaginario .

La película muestra al hombre detrás de la cámara, a un marido infiel y vanidoso, de ambición desmedida. Pero también su cambio sustancial, que terminó por hacer de él una de las figuras más importantes del siglo XX. «Este hombre del gorro rojo marcó a una generación» , confiesa Salle.

Aunque es difícil retratar a un hombre tan encasillado en el imaginario colectivo y del que existe tanto material, para Salle y Wilson lo más complicado era mantener «la responsabilidad moral con la familia» . Sobre todo con la viuda de Philippe, cuyo emocionante discurso motivó la relevancia de su difunto marido en el filme.