Imelda Staunton: «La gente mayor también tiene derecho a enamorarse»

A pesar de la cruenta idea de la que parte, « Bailando la vida », que tiene ciertos tintes dramáticos, es una comedia pura y dura y supone la vuelta de Staunton al género. «Es un cambio muy agradable, porque es genial poder hacer algo para gente que solo quiere divertirse y pasar un buen rato», afirma la consagrada intérprete a ABC sobre su nuevo trabajo, «un largometraje que no es de los que cambian la vida pero que es muy entretenido. «Me encanta la comedia y me gustaría hacer más películas de este tipo», agrega.

Staunton, nominada en 2005 al Oscar a Mejor Actriz por « El secreto de Vera Drake », que le hizo asimismo ganar el Bafta y estar nominada al Globo de Oro, considera además que el valor de su nueva película va más allá. « Las comedias románticas se centran en relaciones entre gente joven . Por eso, ésta que va sobre personas que tienen 60 ó 70 años es muy innovadora y refrescante, porque no es a lo que la gente está acostumbrada», asegura, antes de lanzar un reclamo al aire. «Al fin y al cabo, las comedias van sobre personas. Y la gente mayor también tiene derecho a enamorarse. El amor no es exclusivo de los jóvenes».

En ese sentido, la intérprete tiene claro que los problemas maritales afloran en todas las parejas, tanto en las más jóvenes como en las menos. «Al final, las personas caen en las rutinas . La gente termina teniendo miedo de todo, de aceptar la realidad, de quedarse sola, de los cambios… En la película, todo eso se aplica a mi personaje, que solo cuando descubre algo tan fuerte sobre ella y su marido, empieza a pensar en sí misma. Pero no es algo que sea nunca fácil, ni en la vida real ni en la ficción», afirma sobre los problemas matrimoniales y la infidelidad, asuntos a los que debe hacer frente en la cinta.

A este respecto, la actriz, de 62 años, no piensa que, en plena eclosión de las redes sociales y la inmediatez máxima, sea «más sencillo» que las parejas no funcionen ahora que lo que lo era antes. «No creo que tenga que ver con la época. Da igual que sea 2017, 2001 o el año 1900. De hecho, en mi opinión, romper una pareja es una decisión muy difícil siempre . Es cierto que seguramente ahora haya muchos más divorcios que antes, pero no creo que sea más fácil tomar la determinación de hacerlo», expresa.

La película, que «va sobre la vida, los problemas, las tragedias y las habilidades para luchar y superar lo que viene», está dirigida por el prestigioso cineasta Richard Loncraine, ganador de dos Emmy y que ya trató las relaciones entre personas mayores en su último trabajo, «Ático sin ascensor», un divertido drama sobre la vejez que protagonizaron Morgan Freeman y Diane Keaton en 2014. «Nunca había trabajado antes con este director, pero ha sido una experiencia genial. Genera una atmósfera de trabajo muy buena y muy relajada. Lo hace todo muy fácil», explica Staunton sobre el hombre al mando de la cinta.

En esta cinta, Staunton vuelve a coincidir con Timothy Spall , que en los últimos meses también ha protagonizado «El viaje» y con el que en «Bailando la vida» comparte mucho más que set de rodaje. «Tim y yo nos conocemos desde que teníamos 20 años. No es solo un compañero, es que es un amigo y un grandísimo actor. Es maravilloso poder actuar con alguien a quien admiras y respetas tanto», matiza sobre su vínculo con el intérprete.

Con el actor también coincidió en la exitosa saga Harry Potter, en la que Staunton, nombrada en 2006 Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) y en 2016 Comandante de la Orden (CBE), dio vida a la maquiavélica profesora Dolores Umbridge. «Fue maravilloso poder ser parte de aquella franquicia y trabajar con grandísimos actores. Creo que fui muy afortunada», afirma la actriz. Aparte de los tres protagonistas, Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, y de Tim Spall, en la saga aparecieron otros ilustres como el oscarizado Gary Oldman , Emma Thompson, Kenneth Branagh, Michael Gambon, Helena Bonham Carter, Brendan Gleesom, Ian Hart , Julie Walters y los malogrados Richard Harris, Verne Troyer y Alan Rickman. «Fue muy especial haber contribuido a hacer algo tan serio y a la vez tan divertido», prosigue Staunton, fascinada porque los niños la sigan reconociendo por su papel en la saga. «Harry Potter es un mito que va a ir de generación en generación . Su magia no va a terminar nunca». A la de Staunton, por suerte, también le queda mucha batería.