Zoe Kazan, la intelectual de Hollywood que heredó el talento de Elia Kazan

Esta semana Kazan estrena « La gran enfermedad del amor », una cinta que se pasea por las emociones como un algoritmo necesitado de conocer a los humanos. Las diferencias culturales, la inseguridad de la identidad, el amor no deseado, la enfermedad y, en definitiva, la realidad cotidiana de la globalización sirven de condimentos para un filme destinado a revitalizar el género romántico . «Cuando leí el guion, sentí que nunca había visto una historia parecida; era algo nuevo, divertido y real. Y además conocía a todo el equipo involucrado, por lo que no lo dudé en ningún momento», admite Zoe Kazan.

« La gran enfermedad del amor» se presentó por primera vez en el pasado Festival de Sundance. Desde entonces ha ido cosechando éxitos allí donde se ha presentado: South by Southwest, Seattle, Sundance London, BAMcinemaFest, Los Ángeles... «Las comedias románticas han adquirido mala reputación porque están protagonizadas por mujeres. Es injusto. Hay películas malas en todos los géneros » explica la actriz, que ha recibido críticas muy positivas por su interpretación.

« La gran enfermedad del amor » pertenece a la factoría de Judd Apatow, la misma de donde salieron Lena Durham, Steve Carrell y Amy Schumer . «Es humor romántico que se transforma ante tus ojos en una historia sofisticada de emociones cotidianas hasta hacerte llorar de alegría», ha dicho Apatow. La narración se inspira en la propia vida de Nanjiani y su esposa, Emily V. Gordon , una relación que en su momento fue vista con recelo por parte de la familia de él, un comediante estadounidense-paquistaní conocido por su participación en la serie de HBO «Silicon Valley».

«Dar vida a la mujer de Kumail fue una situación un tanto extraña porque jamás había representado a una persona real, y ella era una de las guionistas del filme. Me tocó hacer de ella junto a su marido en la realidad. Pero los dos son estupendos, generosos, accesibles. Su respuesta a mi actuación siempre fue muy positiva», expone Kazan.

Ajena a la fama que provoca su apellido y su relación con Paul Dano, Zoe confesa que mantiene una actitud distante hacia su profesión. «Mi carrera de actriz la he ido asimilando a través de la escritura. Ambas han necesitado un proceso. Desde luego no leo nada de lo que se escribe de mí, creo que mi autoestima se sentiría perjudicada si lo hiciera. Yo lleno mi vida de las cosas que son importantes para mí, no necesito alimentar mi ego en internet. Mi meta es conseguir actuar lo más relajada posible, todavía no estoy en ese lugar en el que disfrute por completo de mi trabajo , pero poco a poco lo voy consiguiendo».