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ABC Cultural

Ganar un Goya no abre puertas a los directores noveles

Varios cineastas explican en ABC las dificultades de abrirse camino en una industria donde ni su máximo galardón garantiza carreras

Carla Simón, con el Goya a mejor dirección novel por «Verano 1993» Belén Díaz
Fernando Muñoz

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«En una primera película, el director pone parte de su vida, sus experiencias y sus ilusiones», decía Emma Suárez antes de entregar el primer Goya a la mejor dirección novel, una categoría que no se creó hasta la cuarta edición, allá por 1990. «Sí, ... pero en su segunda película empiezan a pensar que “El crepúsculo de los dioses” es solo un documental», respondía el copresentador, Jesús Puente. Ese primer premio fue para una mujer, Ana Díez, por «Ander y Yuli», que espetó un leve «Gracias» y abandonó el escenario. Entre los cinco finalistas había otras dos mujeres, Cristina Andreu, que no volvió a dirigir y hoy es vicepresidenta de la asociación de mujeres cineastas, y una desconocida IsabelCoixet, que a sus 24 años había dejado la publicidad para rodar «Demasiado viejo para morir joven».

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