Tom Ford, de diseñador de moda a cineasta y animal nocturno

«Fue la estructura de la historia lo que llamó mi atención desde el principio. La idea de comunicar a través de la ficción —' tú me robaste la vida y yo he sobreviviendo contando la historia' —», explicó Tom Ford en la presentación del filme en Toronto. La herramienta literaria del relato dentro del relato le sirve para exhibirse visualmente. «La pantalla es un medio visual, un director debería contar su historia con pocas palabras , utilizar el lenguaje solo cuando sea absolutamente necesario, cuando no puedes decir con imágenes lo que realmente deseas decir», advierte, ante el aplauso de la brillante ejecución de su recurso.

Sin revelar los entresijos de la trama, la cinta está inspirada en el libro «Tony y Susan» que escribió Austin Wright en 1993. Tony es el nombre del personaje en el libro y Susan el nombre de la persona real. Ford elije llamarlos Edward y Susan porque el realizador vuelve a dar un giro a la historia uniendo un personaje ficticio con otro real. «El libro es sensacional, sorprendente. Pero es un libro y no me gustaba la idea de contarlo siguiendo la narración al pie de la letra . Esta es mi versión», admitió con orgullo de artista.

« Animales nocturnos » provoca al público mientras divide a las personas entre débiles y las que pisan su camino a golpe de ambición. «Estamos bombardeados de información, y esta cinta es un homenaje a la libertad, a desprenderse de lo superfluo, de lo que ya no necesitamos», confesó Ford, ajeno a su propia imagen.

Él, contribuyente absoluto del consumismo popular con sus películas y sus diseños, reconoce su propia incapacidad de vivir de una manera frugal. «En realidad no se necesita mucho para ser feliz, sin embargo, vivimos en una sociedad aturdida por el más y mejor . Cuando tienes un coche, quieres otro; cuando tienes una pareja estable, la cuestionas. Luchamos por una felicidad que no representa lo que realmente es la vida. Yo llevo veinte años con la misma persona y sé lo que significa ser fiel. Hay que ser feliz, pero también hay que sufrir y conocer el dolor» , dijo Ford escoltado por una bellísima Amy Adams que en la ficción da vida a Susan.

El realizador, elegante y sincero, reconoció haber confundido en el pasado felicidad con materialismo. «Es cierto que el dinero no te hace feliz. A mí el libro me abrió los ojos, me hizo cuestionarme personal y profesionalmente como creador de tantos productos», reconoció.

[En el vídeo, entrevista con Aaron Taylor-Johnson]