Ester Expósito: «Tengo pavor a verme y que no me guste, puedo estar obsesionada con eso meses»

-Y, de pronto, protagonista de una película de Jaume Balagueró producida por Álex de la Iglesia, casi nada...

-Me gustan los retos y las cosas que me exigen mucho, si no me aburro y me duermo. Que llegara un proyecto tan grande con este, lejos de achantarme, me ilusionó para entrar con todo.

-¿Cómo convive con verse en la pantalla grande?

-Me cuesta mucho, se me hace raro. Cuando me veo soy muy exigente y muy dura conmigo. Si un día yo no me he quedado a gusto con lo que he hecho, me da igual que el director me diga que está maravilloso, me voy a casa amargada porque soy obsesiva. Así que imagínate el pavor que tengo a verme y a que no me guste, porque puedo estar obsesionada con eso meses.

-Pero en Instagram vive siempre expuesta. ¿Ese es el gran cambio respecto a otras generaciones de actores?

-Pero yo ya he crecido con eso, así que ni lo he pensado. Ya te digo que me sigue costando mucho verme, sigo siendo muy dura conmigo cuando me veo, y verme en redes, ‘shootings’ o estas cosas, no tiene nada que ver.

-¿En la pequeña pantalla no hay presión, pese a los millones de ojos?

-Nada que ver. Y en la pantalla del móvil muchas veces no estoy actuando, ni haciendo mi trabajo. Es mucho más delicado y hay una cosa más vulnerable en juego cuando ves tu trabajo plasmado como actriz.

-Decía antes que de niña su sueño era hacer terror, y con 22 años ya está haciendo todo lo que soñaba... ¿Ha quemado etapas muy rápido?

-Siempre tuve muy claro que quería dedicarme a esto, el tipo de carrera que quería componer… A lo mejor con el ‘boom’ de ‘Élite’ sí que hubo un momento de vértigo porque fue drástico y muy muy muy extremo el cambio en mi vida, pero ahora ya nada, ahora estoy con la mentalidad de seleccionar muy bien los proyectos para que cuando mire atrás vea que todos tenían un sentido y un porqué.

-¿Y no tiene vértigo al haber crecido tanto?

-No, lo que me da es ansia, ganas de seguir trabajando y seguir haciendo cosas muy diferentes. Siempre he sido muy voraz, cada momento que vivo lo consumo muy rápido y quiero mas, cosas nuevas, variedad y novedad, porque me aburro muy rápido.

-¿Cómo se lleva con el personaje que muestra en redes y con las críticas?

-Esa es una de las cosas más ‘heavys’ que tiene esto. La exposición al principio te afecta, porque de repente el ‘hate’ no lo entiendes y te afecta, pero luego te das cuenta de que el odio tiene mas que ver con la persona que lo escupe con la que lo recibe, Más allá de eso te acostumbras y he conseguido que me resbale todo, y me pueden decir lo que sea porque ya he visto de todo y me quedo con lo bueno. Pero bueno, sí es heavy esa exposición, tanta gente sabiendo quién eres... pero no dejo que eso me coma… Tampoco me esfuerzo por que vean como soy, soy actriz, no se trata de nada más: siempre hay gente que me va a idealizar y va a pensar que soy perfecta, cuando no lo soy, y gente que vendrá a juzgarme y a creerse que soy un montón de cosas. La imagen que pueda transmitir en redes es la que cada uno va a crear en su mente. Yo no pretendo vender nada.

-No se expone, eso sí, con temas políticos, ¿es algo deliberado?

-Cada uno hace lo que quiere, y a mí me gusta usar mi altavoz para causas que me importan. Tampoco voy a hacerle la campaña a un partido político porque tampoco hay alguno que diga... por supuesto hay opciones que me gustan más que otras. Y por supuesto le he dado caña a Vox varias veces. Y alguna vez me he significado con movimientos como el feminismo o la violencia de genero.

-¿Ha dicho muchos ‘no’ en su vida?

-En cuanto he podido me he puesto a decir que no, es un privilegio y es una suerte poder elegir, y me siento agradecida por ello. Es importante para mí saber decir que no cuando tengo que hacerlo, y también tengo mucha intuición cuando leo algo, y siento si tengo que hacerlo o no. Pero no me complico.

–Hablaba antes del 'hate', ¿tiene miedo a las críticas?

–Hay un poco de presión por ahí. Por muchos que digas que las criticas son subjetivas y que no me tienen que afectar, evidentemente llega un punto en el que te cala y quieres que a la gente le guste, para eso trabajas. Las críticas hasta ahora de la película han sido muy positivas, estoy contenta. He sentido mucho cariño de la crítica especialida, soy feliz, y si cambia pues no pasará nada, no será el fin del mundo.

—¿Cuánto te ha quedado de ‘Venus’?

—Pues la experiencia y el aprendizaje. Hacer una película de terror era una de las cositas de mi lista de cuando era niña y quería ser actriz. Me quedo con la libertad creativa que me ha permitido el género, que no lo permiten otras películas, una libertad como creador e intérprete muy única y muy salvaje y muy rebelde y muy provocadora. Esas licencias que solo te permite el terror te enseñan mucho.