'Drive my car', 'Un héroe' y 'Titane', los mejor valorados para la Palma de Oro

'Nitram' la dirige Justin Kurzel , de quien ya se tienen algunas referencias, como aquel 'Macbeth' ambicioso que hizo con Michael Fassbender . Y trata de un hecho real ocurrido en 1996 en Port Arthur, en la isla australiana de Tasmania, donde un joven deficiente intelectual la emprendió a tiros y asesinó a 35 personas e hirió a otras 23. Lo que cuenta Kurzel no es la matanza, sino el trayecto en la cabeza del personaje hasta llegar a ella; su relación con sus padres, con Helen Harvey , la también peculiar mujer que le dejó su pequeña fortuna, y con un entorno que lo sacaba fácilmente de sus casillas. Al personaje lo interpreta y con todos sus cables sueltos Caleb Landry, y está narrada con cierta voluntad de que se vea más al hombre que al monstruo y cargando la suerte en la crítica (la culpa) a la venta indiscriminada de armas.

La belga 'Les intranquilles' la ha dirigido Joachim Lafosse , que ganó una Concha de Plata en San Sebastián con 'Los caballeros blancos'. La actividad frenética de un pintor, su cabeza explosiva con su mujer y su hijo, la peligrosidad latente y patente en su relación con los demás, en los juegos, en la vida cotidiana, la paciencia, desvelo y reventón de su mujer…, una historia que va a cien por hora durante su primera mitad, y a la que el litio frena en seco para llegar a un desenlace amargo y reflexivo. Los intranquilos del título se referirá seguramente a los espectadores, que siguen los acontecimientos con todo tipo de tensiones y augurios; se vive la película agitado y conmovido porque la construcción de personajes elude cualquier atisbo de iniquidad: los entiende y los hace cercanos. La impresión es que ninguno de estos dos títulos estará en lo alto del Palmarés, que habitualmente se fija en propuestas más extremas y provocadoras.

En esta edición del Festival ninguna película le llega a la corva en provocación y cine extremo a 'Titane', de Julia Ducournau , que está lejísimos de los gustos de uno, pero que tiene esos componentes (tantas veces insensatos) que resultan atractivos para quienes quieren dejar su sello. Con el concurso de la lógica no festivalera, sino cinematográfica, las dos mejores películas de esta edición han sido la japonesa 'Drive my car', de Hamaguchi Ryusuke , y la iraní 'Un héroe', de Asghar Farhadi, que resolvían cada una a su manera (bien distinta) un sinfín de cuestiones humanas y dilemas morales.

Sería un detalle digno que se premiara la interpretación conjunta y fresca de los chavales de la escuela de Rap en 'Casablanca Beats', o también a la pareja protagonista de la finlandesa 'Compartimento nº 6', pero habrá que hacerle hueco al cine francés, sea a Jacques Audiard y 'Les Olympiades', o a Ozon y Dumont, a saber por qué. Y no hay que olvidar el apartado 'empeños de Spike Lee ', y lo mucho que le gustó 'Lingui', tan cultural y socialmente africana.