Debbie Reynolds murió de pena
La madre de Carrie Fisher representaba el Hollywood dorado. Con su marcha se apagan su voz y su talento como bailarina, que fueron el sello de su carrera
María Estévez
La leyenda del cine Debbie Reynolds no superó la muerte de su hija Carrie Fisher y falleció un día después que ella en el mismo hospital de UCLA. Reynolds representaba el Hollywood dorado, con su marcha se apagan su voz y ... su talento como bailarina, que fueron el sello de su carrera.
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El hijo de Debbie, Todd Fisher, ha dicho en un comunicado: « Para mi madre fue imposible aguantar el duelo por la muerte de Carrie ». Reynolds, ingresada de urgencia por problemas respiratorios, moría de un paro cardiaco horas después que su hija. «La muerte de mi hermana fue demasiado para ella, quería estar con Carrie», dijo Todd. Reynolds estaba en casa de su hijo en Beverly Hills planeando el funeral por su hija cuando se sintió mal y tuvo que ser llevada de urgencia al hospital. « Morir de pena con el corazón roto es algo real , aunque no se diagnostique con frecuencia», ha revelado el experto en dolor David Kessler a un periódico norteamericano.
Carrie cuidaba de su madre y de su hija, Barrie Laurd, de 23 años, que, como el resto de las mujeres de su familia, también ha decidido ser actriz
Carrie cuidaba de su madre y de su hija, Barrie Laurd, de 23 años, que, como el resto de las mujeres de su familia, también ha decidido ser actriz
Carrie Fisher y Debbie Reynolds eran vecinas, apenas unos metros de distancia separaban la casa de una y otra. Carrie cuidaba de su madre y de su hija Barrie Laurd , de 23 años, que, como el resto de las mujeres de su familia, también ha decidido ser actriz. Mientras la relación entre Carrie y Debbie era estupenda y siempre aparecían de la mano en premios y presentaciones, hubo momentos a lo largo de los años en los que estuvieron distanciadas. En su libro de memorias « Extravagancias de esta galaxia », Fisher contaba cómo, cuando nació, nadie le hizo caso: «El personal sanitario se desvivía en atender a una inconsciente Reynolds y a mi padre, el actor Eddie Fisher, desmayado ante el alumbramiento de su hija. Desde que llegué al mundo tuve que llamar la atención por encima de mis progenitores».
Escándalo para la historia
A los tres años de matrimonio, cuando Carrie contaba un año y su hermano Todd apenas unos meses, Eddie Fisher fue a consolar a Elizabeth Taylor por la muerte de su marido Mike Todd, fallecido en accidente de avión, y no regresó. «Mi padre le secó las lágrimas con un pañuelo, luego le llevó flores y, finalmente, la consoló con sexo», escribió en su libro la protagonista de «La Guerra de las Galaxias ». Eddie Fisher dejó a Debbie Reynolds, la novia de América, por Elizabeth Tayor, y el escándalo las enfrentó durante siete años.
La misma Debbie lo puso en perspectiva para las nuevas generaciones comparando lo que le sucedió a ella con la separación de Jennifer Aniston, con Brad Pitt como Fisher y Angelina Jolie en el papel de Taylor. Pero Reynolds nunca se arrepintió de su divorcio. «Mis tres maridos me dejaron por otra mujer y, obviamente, tengo que reconocer que yo no era una dama muy sexual», declaró la actriz a The Express en 2015. « Mis maridos me repetían constantemente que no era una mujer apasionada ». Sin embargo, aun con la traición, Reynolds no era rencorosa y pasado un tiempo retomó su amistad con Liz. Las dos volverían a trabajar juntas en una película que escribió y dirigió Carrie titulada «These Old Broads». El filme es una carta de amor de Fisher hacia su madre y en la narración se explica la naturaleza efímera del éxito en el mundo del espectáculo.
Una actriz luchadora con gran sentido del humor
«Ella me enseñó a sobrevivir porque era muy trabajadora. Cuando estaba en casa, los fines de semana, mi hermano y yo nos sentábamos a mirarla mientras dormía porque venía agotada de los rodajes»
«Ella me enseñó a sobrevivir porque era muy trabajadora. Cuando estaba en casa, los fines de semana, mi hermano y yo nos sentábamos a mirarla mientras dormía porque venía agotada de los rodajes»
Divertida y extravagante, Debbie Reynolds nunca fue una madre tradicional para sus hijos. Ella se llevaba a sus retoños de rodaje en rodaje y en 1959 los tres vivieron en España durante la grabación de la cinta « Empezó con un beso ». Entre las muchas historias que Carrie Fisher contó en sus memorias, destaca la actitud positiva de su madre. «Ella me enseñó a sobrevivir porque era muy trabajadora. Cuando estaba en casa, los fines de semana, mi hermano y yo nos sentábamos a mirarla mientras dormía porque venía agotada de los rodajes. Nos tumbábamos a su lado en la cama admirándola como una estatua». El humor de Reynolds ayudó a Fisher a superar su segunda separación cuando su marido y padre de su hija, el agente artístico Bryan Lourd, la dejó por un hombre. « En nuestra familia hemos tenido de todo: ladrones, alcohólicos y bandidos solitarios. ¡Este es nuestro primer homosexual! », le dijo Reynolds bromeando para animarla.
Con la adolescencia de Carrie creció la distancia entre madre e hija. «Me di cuenta que ella le pertenecía al mundo y no a mí. Por eso busqué refugio en las drogas», diría Fisher a Vanity Fair. Adicta a las pastillas, los problemas llevaron a Carrie a varias clínicas de rehabilitación. También llegaron varios internamientos en psiquiátricos por episodios puntuales y un diagnóstico: trastorno bipolar, del que Fisher habló siempre abiertamente. Con la llegada de Billie, su única hija, Carrie perdonó a su madre y la pidió que se mudará a su lado después que Debbie fuera abandonada en la ruina por su tercer marido, Richard Hamlet, en 1996.
Sangrando bajo la Lluvia
Miss Burbank fue el primer éxito de Debbie Reynolds, un título de belleza que ganó a los 16 años y le consiguió su primer contrato en Hollywood. Sin embargo, su gran éxito fue con la película « Cantando Bajo la Lluvia» , filme que grabó sangrando en muchas de las escenas por las horas de ensayos a las que las sometía Gene Kelly. El actor y director la hizo llorar y sufrir por su tiránica actitud durante la grabación. «Lo más difícil que he hecho en mi vida ha sido tener a mis hijos y rodar Cantando Bajo la Lluvia», repitió Debbie hasta el cansancio. Según explicó la actriz, ella consiguió terminar gracias a la ayuda de Fred Astaire , que una noche la encontró llorando bajo un piano, «Tras una pelea con Kelly, Fred me descubrió escondida bajo un piano y decidió ayudarme, dándome consejos de baile».
Figura inolvidable de la gran pantalla, Debbie Reynolds apaga seis décadas dedicadas a la interpretación . La noticia ha helado el corazón de Hollywood, que trata de recuperarse de un año especialmente difícil ante la masiva marcha de artistas. Apenas una semana antes Zsa Zsa Gabor y su hijo adoptado, Oliver Prinz von Anhalt, morían también el mismo día Los Ángeles. Ella de complicaciones por su enfermedad y él en un accidente de moto en Mulholland Drive.
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