Cuando España conquistó la Luna en el siglo XVI

Sobre todo en comparación con otras gestas, como la llegada del hombre a la Luna. El documental «El viaje más largo», que mezcla escenas animadas con archivos y entrevistas, destaca las analogías entre ambos episodios, desde la rivalidad histórica que las impulsó –entre EE.UU. y la URSS en el caso de la carrera espacial y entre España y Portugal en el de la primera circunnavegación –, hasta los sacrificios de los héroes que las hicieron posibles.

El largometraje, que se proyectará en el Festival de Cine de Sevilla y se estrenará en Filmin el día 8, reconstruye ambos episodios poniendo especial atención a las vicisitudes de esa expedición que partió con 239 marineros y cinco naos de Sanlúcar de Barrameda en 1519 y que regresó al mismo punto tres años después con 18 hombres famélicos . Sin referencias explícitas pero con la influencia de «El corazón de las tinieblas», de Joseph Conrad, sobrevolando todo el metraje, «El viaje más largo», dirigido por Manuel H. Martín, es también la travesía «al horror de una historia llena de luminosidad»; la odisea de unos hombres que sacrificaron todo por la inquietud de descubrir lo que hasta entonces era desconocido.

«El ser humano es curioso porque está en nuestra naturaleza. Buscamos el progreso a pesar de que muchas veces haya complicaciones por el camino. En esta aventura se viven condiciones extremas pero siempre está en el horizonte la necesidad de traspasar los límites, querer ir más allá de nuestras fronteras , algo que está en el espíritu y la esencia del ser humano. A veces descubrimos nuevos mundos leyendo, yendo al cine, inspirándonos en la cultura... o navegando, traspasando espacios», destaca en una entrevista a ABC el director del documental, que se presentó en la Seminci de Valladolid.

[ Crítica de «El viaje más largo»: Odisea global, historia y animación ]

«El viaje más largo» no precisa más licencias dramáticas que los primerísimos primeros planos a esos dibujos propios de viñetas. El resto de la acción lo pusieron los integrantes de esas cinco naos que partieron de Cádiz en el siglo XVI. El sufrimiento, el hambre, las revueltas internas y los demonios de cada uno marcan esta «historia de la que quizás tengamos un conocimiento muy general pero no muchos de los detalles que hacen que sea un relato fascinante».

Haciendo suya la frase que Neil Armstrong dijo en 1969 cuando pisó por primera vez la Luna, Manuel H. Martín deja fuera polémicas pasadas con Portugal, después de que algunas de sus instituciones intentaran apropiarse de una gesta que incluso intentaron boicotear en su día. «Esto es una coproducción entre España y Portugal y todos compartimos un discurso similar: es una aventura para la humanidad. Es un proyecto iniciado por un marino con experiencia de la Armada portuguesa en una expedición española con gente de varios países. Acaban dando la primera vuelta al mundo, creando una aventura global , cambiando la cartografía de la época y demostrando la redondez del mundo. Una expedición que, partiendo de un proyecto español, acabó convirtiéndose en una misión para la humanidad», destaca el cineasta, para quien la figura de Fernando Magallanes es tan importante como la de Juan Sebastián Elcano, ya que uno «idea el viaje» y el otro lo culmina. «Hay que darle el valor que tiene a los países donde se inicia, financia… pero el resultado es bueno para todos».

El documental recrea sin ambages la importancia del camino en esa expedición. Un recorrido en el que Manuel H. Martín encuentra similitudes con la crisis actual derivada del coronavirus. «En aquella aventura que se inició había un viaje a lo desconocido, como ahora. Había miedos, había misiones fallidas que acabaron con vidas humanas por el camino, naves que no llegaron a despegar… pero ese miedo no nos paralizó entonces ni lo hace ahora. Con esta pandemia se está viviendo ese no saber hacia dónde vamos aunque nos agarremos a lo luminoso, a la esperanza, porque en la vida hay que mirar hacia adelante». Como escribió Antonio Machado, «caminante no hay camino, se hace camino al andar». Y, como hicieron hace 500 años Magallanes y Elcano, seguimos caminando .