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Roman J. Israel, Esq.

La crisis legal de Denzel Washington

El actor afroamericano protagoniza «Roman J. Israel, Esq.», un filme sobre el saturado sistema penal de Los Ángeles

Denzel Washington en «Roman J. Israel, Esq.»

MARÍA ESTÉVEZ

Si hace cuatro años el director Dan Gilroy abrió la caja de Pandora destapando el lado oscuro de la televisión en «Nightcrawler» , ahora se atreve con el saturado sistema penal de Los Ángeles de la mano de un idealista abogado defensor al que da vida Denzel Washington. Un papel que le brindó, por sorpresa, un hueco en los Oscar, donde obtuvo su sexta nominación a mejor actor -tiene otras dos de reparto-, la segunda consecutiva después de «Fences» .

Gilroy revuelve las tripas del sistema legal americano con una película que no duda en ensuciarse las manos cuando la situación lo requiere. Lo hace a través de Roman J. Israel , un abogado que se hizo popular durante la lucha por los derechos civiles y al que Denzel Washington devuelve a la actualidad: «Los personajes como él son muy difíciles de encontrar. Tengo que reconocer que no sabía quién era, pero después de una entrevista con él, quedé fascinado », explica a ABC el actor.

El filme narra cómo la vida del abogado cambia radicalmente cuando su mentor muere. Su crisis particular se incrementa con la indecente proposición del ambicioso letrado George Pierce (Colin Farrell), antiguo alumno también de su maestro, que le plantea fundar una compañía, comprometiendo un activismo al que el personaje de Washington ha sido fiel durante toda su carrera. «Mi personaje es una especie de Don Quijote si Don Quijote tuviera asperger» , reflexiona el intérprete, doble ganador del Oscar.

«Me haré con el mando porque en esta empresa yo soy un pilar. De la esperanza no se come, la esperanza no da de comer », asegura con vehemencia Roman en un fragmento del filme en el que, tras el deceso de su mentor, su continuidad en la empresa peligra. Es esa disyuntiva la que anuncia un cambio de dirección en el futuro del abogado, que decide olvidarse del trabajo en derecho penal para volver a sus raíces, «las grandes luchas, acciones colectivas organizadas apoyadas por grandes recursos legales».

Los orígenes

En medio de este nuevo rumbo que toma su vida, el personaje de Denzel Washington recupera su activismo y traba amistad con una joven luchadora por la igualdad (Carmen Ejogo) a la que no duda en guiar legalmente para que consiga sus objetivos. «El hilo con el que se cose esta historia es el mismo que une a todas: el corazón. A partir de ahí, uno va construyendo la personalidad de cada personaje al que da vida», certifica uno de los actores más prestigiosos de la meca del cine, que aquí vuelve a demostrar su talento sin fin.

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