Cinco joyas de Agnès Varda que hay que ver para comprender la Nouvelle Vague
La cineasta ha fallecido este viernes a la edad de 90 años

La cineasta francesa Agnès Varda , madre y penúltima superviviente de la Nouvelle Vague , ha fallecido este viernes a la edad de 90 años. La directora, documentalista y fotógrafa, que fue galardonada con el Oscar honorífico en 2017 , ha sido una de las figuras capitales de la historia del cine. Recordamos cinco de sus grandes películas (y un epílogo) sin las cuales no se comprendería el cine moderno.
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«La Pointe courte» (1955)
Fue la primera película de la «nouvelle vague», y llegó cinco años antes de que Jean-Luc Godard filmara «À bout de souffle». Era 1955 y la «madre» de la vanguardia escribió el guion de su propia película, algo que no dejaría de hacer a lo largo de su carrera. « La Pointe courte » arranca con una retahíla de secuencias naturalistas y cotidianas de la vida en el puerto que da título a la película. Después, con eses escenario de fondo, retrata la relación amorosa entre un rudo hombre del pueblo con una sofisticada y elegante mujer de París.
2

«Cleo de 5 a 7» (1962)
« Cleo de 5 a 7 » es, quizá, su película más popular. Con ella estuvo por primera vez en el Festival de Cannes y con ella se consagró como maestra de la «nouvelle vague» . Una cinta tan moderna y feminista que ha trascendido las décadas sin perder la frescura y el impacto de su primera vez. La estética es tan arrebatadora como la historia de amor entre la joven Cleo y el soldado triste que se va de misión. El punto de drama llega con la amenaza de una enfermedad devastadora.
3

«La felicidad» (1965)
De nuevo con un guion de la propia Varda, y de nuevo con una potente (y trágica) historia de amor, la cineasta se consagró como maestra de la «nouvelle vague» tras ganar el Oso de plata de Berlín . Agnès Varda volvió a mostrar la elegancia a la hora de filmar, solo que en esta ocasión se va de la luz de París para buscar la «felicidad» en la naturaleza.
4

«Loin du Vietnam» (Lejos de Vietnam) (1967)
En su obra colaborativa más famosa estuvo acompañada de grandes nombres como Claude Lelouch, Jean-Luc Godard, Chris Marker, Alain Resnais, Joris Ivens y William Klein . Juntos firmaron un alegato contra la guerra de Vietnam dividido por capítulos, aunque en esa cosa posmoderna de la «nouvelle vague» no se dice quién es el autor de cada una de las partes para reforzar la idea de obra comunal.
Unos meses después filmó el mediometraje «Black Panthers», dejando buena muestra de la impronta de la política en su cine. En este caso, documenta las protestas de los afroamericanos tras el arresto del líder negro Huey Newton. Por supuesto, siguiendo su estilo, las caras de los protagonistas anónimos se mantienen durante largos segundo en el centro de la imagen mientras los discursos políticos se cuelan por debajo.
5

«Caras Lugares» (2017)
Su último gran documental, filmado junto con el artista visual JR. Ambos viajan por zonas rurales de Francia fijándose en los hombres y mujeres anónimos que son realmente los protagonistas de sus historias. Aunque la gracia del documental está en la búsqueda final de su «amigo» Jean-Luc Godard , el ogro y ya único superviviente de la «nouvelle vague» que en otro de sus gestos impostados da plantón a la directora, que rompe a llorar. La escena final de la anciana y el joven, sentados en un precioso lago, sirve un epitafio final inigualable .
6

Varda by Agnès (2019)
Su último trabajo lo presentó en la Berlinale hace unos meses y es su adiós del cine. Un documental biográfico en el que desgrana su vida, sus pasiones y sus dolores como cineasta.
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